De acuerdo con José Labbe, de la empresa Studio Domus, los niveles de inversión son relativos al tamaño del proyecto, pero a nivel corporativo o comercial el retorno de la inversión es mayor y puede darse entre dos y cinco años.
En proyectos residenciales, el retorno podría estar en alrededor de cinco años, aunque según Labbe existen costos asociados como el confort en la casa o que los colaboradores en una empresa sean más productivos, lo que no se puede contabilizar numéricamente.
Indicó que las edificaciones sostenibles proporcionan beneficios de ahorro energético, ubicación cercana a diferentes servicios, y calidad ambiental interior, lo que implica confort superior.
Este tipo de edificaciones también pueden ahorrar hasta 70 por ciento en consumo de agua entubada, reducir 40 por ciento la emisión de dióxido de carbono, así como de los desechos sólidos.
Según Caleb Castañeda, asesor de ventas de la compañía Green, una casa puede tener un calentador solar con una inversión de entre US$2 mil a US$3 mil, y un ahorrador de energía para llegar a tener un ahorro de un 50 por ciento en la factura.
“Lo que se hace es atacar los equipos que más gasto representan en una casa, como el calentador eléctrico, que consume de 30 a 50 por ciento, la refrigeradora, la lavadora, secadora de ropa, la secadora de pelo o la bomba de agua”, agregó.
Un ejemplo de este tipo de construcción verde es el edificio Domani, en la zona 15, que tendrá eficiencia en el consumo de energía y será amigable con el ambiente. Abrirá en octubre del 2012 y se invertirán US$12.5 millones.