Mauricio Álvarez, gerente corporativo de planificación estratégica del Banco de los Trabajadores, explicó que el crédito de consumo es uno de los más atractivos para la banca. “Es el segmento que mejor margen —ganancia— deja y es el que más utiliza la población”, afirmó.
En el sistema se pueden encontrar tasas para el crédito de consumo que varían entre 10 por ciento y 40 por ciento, aunque también hay bancos que cobran hasta el cien por cien en intereses.
Agregó que ese dinero se destina a muchos rubros, como remodelaciones pequeñas en viviendas, cancelar colegiaturas atrasadas, consolidación de deuda de tarjetas de crédito, para viajes y para comprar autos, entre otros destinos.
Agregó que para bancos medianos, como el Bantrab, el 90 por ciento de su cartera es de consumo, mientras que la de bancos grandes el porcentajes se reduce a entre 20 por ciento y 30 por ciento, debido a que tienen mayores montos destinados a corporativos.
Edgardo Pérez, gerente de la división de servicios de finanzas personales del banco G&T Continental, indicó que ese crédito, aunque es caro, no se necesita de fiador cuando el cliente es responsable y buena paga.
Recomendó que los bancos tengan cuidado de no sobreendeudar a los clientes, pues eso podría afectar su capacidad de pago.
Tecnología ayuda
Para el analista financiero Manuel Pérez-Lara el mercado del crédito de consumo estuvo limitado durante mucho tiempo, pues no se contaba con la tecnología adecuada para manejarlo.
Según indicó, una de las razones de la abundante oferta por parte de los bancos es que hay exceso de liquidez —dinero en circulación—.
La rentabilidad de ese nicho ha originado que los bancos compitan.
En todo caso, Pérez-Lara advirtió de que si ese tipo de desembolso crece mucho, la población se endeudaría más de la cuenta y luego no podría pagar.