Los ejecutivos de la compañía planean abrir en el 2011 dos locales más en la ciudad capital.
El grupo también es propietario del restaurante Rasta Pasta y de Foodservice, que se especializa en la elaboración de fórmulas para restaurantes, como salsas y antioxidantes, entre otros componentes.
Peter Meng Sapper, gerente general de Dim Sum, explicó que el nombre proviene de un término cantonés cuyo significado es “comer hasta satisfacer el corazón”, y que consiste en la degustación de bocadillos pequeños que se comparten en grupo.
El local también ofrece variedades de té no tradicionales.
Según Meng, Guatemala se ha convertido en un líder regional en la gastronomía, y de ahí que existan comensales muy exigentes que demandan lo mejor.
Ante ese mercado, se vio la oportunidad de arrancar el concepto de restaurante chino con especialidades gurmé.
“Esta es una estrategia que constituye una nueva punta de lanza en el mercado del slow food —comida lenta—”, dijo.
De acuerdo con Meng, la inversión para un restaurante de este tipo podría variar entre Q800 mil y Q1 millón, dependiendo de la adecuación del local en donde se instale.
Aunque franquiciar la marca es una posibilidad, los ejecutivos de Dim Sum aún analizan si esta manera de operar se pueda utilizar en un futuro.