El corredor tendrá sus oficinas centrales en Guatemala y la oficina internacional se situará en Barcelona, lugar en donde se gestionarán los acuerdos internacionales necesarios para la puesta en marcha del proyecto.
La nueva infraestructura contempla el desarrollo de dos nuevos puertos, uno en el Atlántico y otro en el Pacífico, y una conexión ferroviaria de 375 kilómetros para permitir el paso de contenedores.
Los nuevos puertos podrán operar con barcos de hasta 22 mil TEU de capacidad y el corredor permitirá el transporte de pasajeros y de otro tipo de comercio, como hidrocarburos, productos energéticos, fibra óptica, agua o vehículos.
La creación de este corredor se complementará, según la organización, con cerca de tres mil hectáreas en régimen de zona franca para el desarrollo de actividades logísticas e industriales, además de explotaciones agrícolas o agroindustriales.
Durante el próximo año se completarán los estudios y proyectos pendientes y se concretarán acuerdos con diversos grupos de inversores que ya han mostrado su interés para la nueva infraestructura.