¿Por qué la remodelación?
La marca tiene 43 años y cada siete o 10 años nos reinventamos con nuevos elementos.
En el pasado hicimos cambios en el menú, al logo, incluso en los uniformes de los colaboradores, pero en esta oportunidad nos cuestionamos todo, pusimos sobre la mesa lo que hacemos, y después de un proceso de más de dos años, hicimos cambios profundos, por lo que de aquí en adelante no habrá nada en Campero que haya sido como antes. Todo cambió.
Este es el proceso de transformación más grande en la historia de la marca.
Lo más importante y relevante tiene que ver con la cultura de servicio. Hemos invertido en nuestro personal, para cambiar en este la actitud y le hemos dado capacitación para que dé lo mejor de sí cada vez que está frente al consumidor.
¿Cúanto invertirán?
Un restaurante nuevo de las dimensiones del que está en Santa Amelia cuesta alrededor de US$1 millón, y una remodelación podría costar US$300 mil.
Entre aperturas nuevas y remodelaciones, vamos a invertir en los próximos cuatro años US$15 millones por año —US$60 millones—.
¿Cuántos restaurantes nuevos están en proyecto?
Además del restaurante ubicado en el Centro Comercial Santa Amelia, y en San Kriss Mall, en Ciudad San Cristóbal, también abriremos uno en El Salvador y tres o cuatro más en lo que resta del año.
De manera paralela iniciaremos un proceso de remodelación en los 150 locales de Guatemala, que nos tomará entre cuatro a cinco años.
¿Este cambio no arriesga la identidad de la marca?
Esto no cambia la iden, pues tuvimos mucho cuidado para que el consumidor no se sienta en un restaurante distinto, y sienta que está en su Campero, pero con muchas reformas y actualización.
Se mantienen los colores básicos y todo es más cómodo, pues queremos que la gente permanezca más tiempo en el restaurante. Más espacio entre las mesas, mayor comodidad para una estancia más placentera.
¿El modelo será igual para todas las tiendas?
Campero es una marca, una cara, una imagen y una experiencia, por lo que la idea es llevarlo como es a todo el mundo.
¿Qué puede esperar el consumidor del menú?
Nuestro producto estrella es el menú Campero; dentro de este, el pollo tradicional y el extra crispi. Los comensales van a ver lo que tienen hoy, pero con una reformulación.
Creemos haber hecho una mejora sustancial en sándwiches y todo lo que lleva pollo sin hueso o finger food, pero también hay productos nuevos como el Tazón Campero que tiene pollo en trocitos, frijol, arroz y otros ingredientes. El pollo asado continúa, así como los burritos y las hamburguesas.
¿Qué planes hay de crecimiento?
Nuestra gran apuesta es EE. UU., donde ya tenemos 63 restaurantes, de los cuales la mitad son propios. Es un mercado en donde la posibilidad y oportunidad es grandiosa.
Asimismo, nos preparamos para lanzar de manera agresiva nuestro proyecto de franquicias para América del Sur y de México.
En Europa tenemos una fuerte inversión, ya tenemos 27 restaurantes y crecemos a un ritmo de 10 locales por año. Centroamérica es nuestro mercado natal y seguimos invirtiendo en países en donde manejamos locales propios. Honduras y Nicaragua son franquicias.
Dato
15 millones cada año se invertirán en nuevos locales y remodelación.