Díaz, de Romanza, asegura con entusiasmo: “Ya están llegando compradores interesados de Corea (del Sur) y de la misma China“.
Las claves del éxito del millonario negocio de exportación de fajas de Colombia
En México, en Estados Unidos, en Austria y hasta en India pueden encontrarse fajas con una palabra asociada a su marca que funciona como una suerte de garantía de calidad: "colombianas".
En México, en Estados Unidos, en Austria y hasta en India pueden encontrarse fajas con una palabra asociada a su marca que funciona como una suerte de garantía de calidad: “colombianas”.
El país sudamericano estaba en 2016 tercero, por detrás de China y EE.UU, en el ranking de exportadores de fajas y otros productos de la llamada ropa de control, según cifras de TrendMap presentadas por ProColombia (entidad encargada de promover los bienes y servicios colombianos en el extranjero).
No será el primero en ventas mundiales, pero es referente por el nivel de su manufactura.
“Colombia puede estar ocupando el primer lugar mundial en calidad”, asegura Jorge Alberto Díaz, gerente de Fajas Romanza, que tiene su fábrica en Bogotá.
Son productos que requieren una mano de obra muy especializada, explica.
Y, agrega José Santos, CEO de TrueShapers, fabricante de fajas de Medellín:
“El producto colombiano de control está muy posicionado internacionalmente porque su calidad es muy buena y sus niveles de compresión y beneficios también”.
“Son excelentes”, señala el Dr. Damián Wengrowicz, especialista argentino en cirugía plástica y reparadora. “Cuando opero pacientes colombianas, les dijo que se traigan las fajas de allá”.
La cirugía
La mención a la cirugía plástica es clave. Tras cierto tipo de intervenciones estas prendas son fundamentales, explica Wengrowicz a BBC Mundo: “Son muy útiles para todo lo que son cirugías de lipoesculturas”.
Se usan durante el primer mes del posoperatorio para modelar y evitar inflamaciones.
Es fundamental que la terminación de la prenda sea buena para evitar marcas.
Uso diario
Los fabricantes de ropa de control no sólo venden prendas para postoperatorios, sino también para lo que se denomina “uso diario”, simplemente para moldear el cuerpo con presión que ejerce la prenda.
No obstante, Wengrowicz tiene sus salvedades.
En cuanto a las fajas postoperatorias, el recomienda que se dejen de usar tan pronto ya no cumplen una función, para permitir que el cuerpo recupere su tonicidad natural, porque la faja, al contener toda la musculatura, debilita los músculos abdominales.
Mejor, dice, que, una vez pasado el período de cicatrización, el abdomen haga la fuerza que naturalmente debe hacer.
Y respecto a las de uso diario, que los fabricantes aseguran que no causan problemas, señala: “Si realmente no hace falta no hay que usarlas, yo no las recomiendo; si son fajas que son de modelaje, que son muy suaves, no traen mayor problema, pero igual yo no las indico de rutina para nada”.
En Colombia, de la mano de la expansión de las operaciones de ese tipo fue que creció el mercado de las prendas de control y el país se fue especializando en este rubro.
Todo comenzó hace unos 15 años, estima Lina María Rojas Ochoa, directora general de Forma Tu Cuerpo, otro fabricante de Bogotá.
Y a partir de entonces comenzó la expansión.
El mercado colombiano de ropa de control pasó de 67.500 millones de pesos en ventas en 2009 a 95.000 en 2016 (de 660.000 prendas a 826.000), según cifras de la firma colombiana de investigación de mercado y consumo Raddar.
De acuerdo con Santos, de TrueShapers, las ventas combinadas en el mercado local y el internacional alcanzan hoy entre 700 y 800.000 millones de pesos anuales (US$230-US$270 millones).
Y es una industria que deja buenos márgenes de ganancia, que pueden estar en torno al 40%.
“Marca Colombia”
El mercado es grande en Colombia, pero las marcas apuntan a expandirse en el extranjero.
Al segundo año de iniciar la producción, Forma Tu Cuerpo, por ejemplo, ya distribuía en EE.UU., donde hoy tiene su principal tienda, en la ciudad de Houston, Texas, atendida por su cofundadora Rocío Vega.
Ella es también modelo de la marca. “Una estrategia que nos funcionó”, le dice a BBC Mundo Lina María Rojas Ochoa, directora general de la firma.
El 40% de sus ventas están fuera del país.
Para ellos, la “marca Colombia” es un diferencial importante: “Nuestro empaque tiene la bandera de Colombia, de hecho las llamamos ‘fajas colombianas’ y así nos conocen”.
“Ese brand awareness (reconocimiento de marca) que tiene el producto en otros países permite que una marca que está entrando pueda ir acomodándose de una manera más interesante”, acota Santos, de TrueShapers.
Esta empresa arrancó con la idea de exportar desde su fundación en 2014, con el foco puesto específicamente en EE.UU. De hecho, quieren vender al mercado no latino en ese país, porque consideran que es un nicho menos explorado.
Los mejores años
No todas las empresas colombianas del rubro comenzaron fabricando fajas desde el inicio.
Fajas Romanza, por ejemplo, era antes una empresa de ropa interior, pero su gerente Jorge Alberto Díaz cuenta: “Vino la invasión china en ropa interior, en la que una prenda nuestra valía una docena de la de las chinas”.
Dejaron la ropa interior y se pusieron a fabricar ropa de control, para satisfacer la creciente demanda colombiana, pero también venezolana. Hoy sus ingresos provienen casi íntegramente de la exportación.
Díaz, de Fajas Romanza, recuerda los que fueron —hasta ahora— los mejores años: 2014 y 2015.
En ellos hubo un pico en la demanda desde EE.UU. “No hubo provisión que alcanzara en Colombia y la cantidad de látex que llegaba de Guatemala ya casi no alcanzaba”, cuenta.
En esos años Forma Tu Cuerpo, por ejemplo, creció entre 3% y 4%.
Mujeres y —algunos— hombres
Para algunas marcas, el foco está casi totalmente puesto en las mujeres, como Romanza, que vende 80 modelos femeninos y solo tres masculinos.
Pero otras han visto un incremento en la demanda de ropa de control para varones. Es el caso de Forma Tu Cuerpo, que registró entre 2014 y la actualidad un incremento del 10% al 25% en el porcentaje de prendas que venden a hombres sobre el total que despachan.
En cualquier caso, sea en hombres o geográficamente, el negocio está creciendo.
En México, en Estados Unidos, en Austria y hasta en India pueden encontrarse fajas con una palabra asociada a su marca que funciona como una suerte de garantía de calidad: “colombianas”.
Entre las tres empresas con las que habló BBC Mundo tienen presencia en Colombia, EE.UU., Panamá, México, Venezuela, Costa Rica, Perú, Chile, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Bolivia, España, Austria y más.
Santos, de TrueShapers cuenta que tiene un cliente importante en Nigeria y ha logrado hacer alguna operación en Emiratos Árabes Unidos.
Y en India su marca se alió con Zivame, un importante sitio de ventas online local, y ya está vendiendo a ciudades como Bombay, Nueva Delhi y Bangalore.
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