Ciudad Guatemala

Rescatar vidas es el trabajo en equipo que une a Drago y Donald


La historia del Donald Miguel Piedrasanta Pérez y el can Drago, es un ejemplo de que el perro es el mejor amigo del hombre. Rescatar sobrevivientes los une.

  01 octubre, 2017 - 16:55 PM

Donald Miguel Piedrasanta Pérez, de 34 años, ha amado a los perros desde niño. El primer perro que adoptó se llamaba Tufi, pero una semana después lo devolvió al encontrar a sus dueños.

Su esposa, veterinaria de profesión, su bebé y seis perros a los que ha adoptado son su familia.

“Mi madre sembró esa semillita en mí. Era un sueño tener un perro rescatista, es como querer tener un Ferrari. Soñaba con tener algo para ayudar. Mi anhelo era servir”, comparte Piedrasanta Pérez con ímpetu.

Conozca a Drago, el rescatista canino que acompaña delegación de Guatemala a México

Primeras tareas

En la tragedia del 2015 ocurrida en el Cambray 2, Donald vio la necesidad que hay en el país de perros rescatistas.  Con ayuda de Héctor Orellana, entrenador experto en el país, Donald vio una luz al final del túnel. El costo que tiene un perro rescatista es de unos US$7 mil, más el entrenamiento que debe tener. Pero Orellana le dijo: “Te voy a regalar el curso”, valorado en US$3 mil 500 aproximadamente.

Drago y Donald apoyan en el rescate de sobrevivientes. (Foto Prensa Libre: Estuardo Paredes)
Drago y Donald apoyan en el rescate de sobrevivientes. (Foto Prensa Libre: Estuardo Paredes)

Donald emprendió a la tarea de buscar en muchos refugios a un perro que llenara los requisitos. En marzo del 2016, mascotas por Amor lo llamó para indicarle que tenían un perro candidato. Llegó a la casa de una familia que tenía un labrador terrier de 1 año y medio. Había sido dado en adopción, pero al final los interesados no llegaron por él.

Drago ya no pudo viajar a México por problemas logísticos

Drago nació en Quetzaltenango.  Donald lo adoptó hace un año y medio.  Luego de cuatro meses de entrenamiento, certificado por Máster K9 Latinoamérica, Drago se convirtió en uno de los perros rescatistas guatemaltecos de los Municipales.

El perro rescatista

Drago es “un perro pelotero, juguetón”. “Tú me encuentras a una persona y yo te doy tu pelota”, reconoce Donald, quien refiere que el trabajo del can es condicionado, pues al momento de localizar a una persona con vida, como recompensa se le da su pelota, que agitado la juega. También hay perros que solamente localizan a personas fallecidas o ambos casos, explica el socorrista.

Un perro rescatista tiene 50 por ciento más células olfativas que un ser humano. Además, tienen la capacidad de lograr un hallazgo en 5 minutos, mientras que 35 bomberos lo lograrían en una hora

No solo Drago, ahora rescatistas guatemaltecos tampoco irán a México

La primera labor de Drago fue en el rescate de un turista en el Volcán de Acatenango. También apoyó con la búsqueda de un niño que fue arrastrado por un río en Santa Isabel 2, Villa Nueva.

Drago nación en Quetzaltenango. Ahora tiene 3 años y es parte del equipo de los Bomberos Municipales. (Foto Prensa Libre: Estuardo Paredes)
Drago nación en Quetzaltenango. Ahora tiene 3 años y es parte del equipo de los Bomberos Municipales. (Foto Prensa Libre: Estuardo Paredes)

“Drago es un bebote. El vínculo es muy especial. Es un colega y un amigo muy fiel”, admite Donald.

Tiene entrenamiento una vez al mes. En caso de una eventualidad, los Bomberos Municipales convocan a Drago y Donald para la labor de rescate. Fuera de esa labor, Drago disfruta de ser un perro normal en casa mientras Donald atienden su negocio de grooming –aseo higiénico para perros–.

“Tener un perro de rescate es como tener un niño de 5 años. Tienes que aprender a cuidar del perro y a cuidarte de ti, para no entorpecer las labores de rescate. Es importante capacitarte”, puntualiza Donald.

Tomado de Prensa Libre / por Por Beatriz Tercero
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