Maira Verónica Figueroa, condenada a 30 años de prisión por abortar en El Salvador, recuperó este martes su libertad tras cumplir la mitad de su condena.
Maira Verónica Figueroa, condenada a 30 años de prisión por abortar en El Salvador, recuperó este martes su libertad tras cumplir la mitad de su condena.
Figueroa pudo salir de la cárcel tras recibir la conmutación de la pena por parte del Gobierno de El Salvador, tras un dictamen favorable emitido por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La mujer, de 34 años, fue enviada a prisión en 2003, con 19 años, por un delito de homicidio agravado, tras perder el hijo que esperaba -por un problema obstétrico, según su abogada- fruto de una violación.
“Me siento feliz de estar con mi familia”, declaró a la prensa tras salir de la cárcel.
Se trata de la segunda mujer beneficiada con una conmutación de pena en lo que va de año en El Salvador, luego de que en febrero fuera liberada Teodora Vásquez, quien pasó 11 años entre rejas y también fue condenada a 30 años de prisión tras perder al bebé que esperaba.
Precisamente al salir de la cárcel, Figueroa se reunió, además de con su familia y activistas, con la propia Vásquez, quien dijo sentirse feliz por la liberación de la que fue su compañera en el recinto penitenciario.
Según informa la agencia de noticias EFE, Vásquez reafirmó su compromiso de luchar para que otras mujeres con condenas similares recuperen la libertad.
Según la organización salvadoreña Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, actualmente cerca de una treintena de mujeres cumplen penas de entre 6 y 35 años por la legislación del país sobre el aborto.
El gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén propuso en 2016 impulsar una reforma para permitir la interrupción del embarazo en los casos en que la vida de la madre esté en riesgo o sea fruto de una violación, pero el proyecto no ha prosperado en el Congreso.
El Salvador sigue siendo junto a Nicaragua, Honduras, Haití, Surinam, Andorra y Malta uno de los pocos países del mundo que mantienen una prohibición absoluta del aborto.
La nación centroamericana tiene desde 1997 una de las leyes más severas para las mujeres que aborten