Paigey Cakey, una rapera del norte de Londres, tenía 18 años cuando comenzó a notar que se le estaba cayendo el pelo. Aquí te contamos su historia:
Utilizó máscara de pestañas en un intento de cubrir el parche calvo cada vez mayor en el lado derecho de su cabeza.
Cakey padecía alopecia de tracción, pérdida de cabello como resultado de estirar el pelo repetidamente.
En la universidad, ya a los 25 años usaba peinados muy apretados y un gel fuerte que, según explica, ejercía presión sobre los folículos capilares.
En noviembre pasado, después de años de cubrir el parche, se sometió a un trasplante de cabello.
“Me sentía vulnerable pero ahora me siento poderosa”, dice.
Paigey apareció en el último documental de Newsbeat de la BBC, “Demasiado joven para ser calva”.
La joven admite que se estaba mintiendo a sí misma acerca de su pérdida de cabello y que estaba “tratando de encajar en la sociedad” al esconder los parches de calvicie.
“Estaba usando geles realmente fuertes que eran como cemento en mi cabello. Estaba en la universidad, así que quería verme bien”.
https://instagram.com/p/BVuxyQsFRIU/?utm_source=ig_embed
La alopecia por tracción puede ser causada cuando el cabello está demasiado apretado por peinados como trencitas pegadas, extensiones, rastas o incluso coletas muy estiradas.
El transtorno puede empeorar cuando se utilizan productos químicos para alisar el cabello.
Con más frecuencia lo experimentan las mujeres de origen indio o afrocaribeño y la pérdida de cabello depende de la forma en que se tira del cabello.
Al principio, Paigey optó por ignorar lo que estaba sucediendo, pero luego tuvo que esconder las zonas sin pelo todos los días cuando se dio cuenta de que no le volvía a crecer.
Nadie sabía que tenía parches de calvicie, ya que usaba capas de máscara de pestañas y gel para colorearlos todo el rato.
“Siempre tuve que asegurarme de tener al menos dos máscaras de pestañas por si perdía una”.
En noviembre, Paigey se sometió a un trasplante de cabello y dio a conocer la extensión de la pérdida de cabello en su canal de YouTube.
Viajó a Turquía, donde el procedimiento es generalmente más barato que en Reino Unido, para que le reemplazaran 3.400 folículos en secciones de su cuero cabelludo.
Los trasplantes de cabello no suelen estar disponibles en el sistema de salud público británico y pueden costar entre US$1.400 y US$42.000.
Paigey dice que el trasplante en sí no fue doloroso, pero señala que las inyecciones para entumecer partes de su cabeza fueron el “peor dolor” que jamás haya experimentado.
Inmediatamente después del procedimiento, pensó que había cometido un gran error al ver que su cabeza se hinchaba hasta “el doble de tamaño” y que estaba cubierta de “puntos de sangre”.
“Me preguntaba qué había hecho. Pero a medida que pasaban las semanas, empecé a sentirme mucho mejor y pude ver cómo me salía el pelo”.
Paigey dice que su pérdida de cabello le ha llevado a volver a evaluar cómo percibe la imagen, diciendo que tenía el estigma en su cabeza de que “el cabello es bello”.
“La belleza es tu interior, es tu personalidad y lo que brilla desde dentro”.