Cuando comienzas a tener una relación con alguien, se presentan una serie de cambios en tus rutinas, hábitos y hasta en tu forma de ser, esto se da porque pretendes agradar a la persona con la que quieres comenzar a formar equipo.
Justamente las relaciones péndulo hacen parte de la categoría “no te sirve”. Esta relación está caracterizada porque un día estás bien con tu pareja y al otro estás en una tormenta de la que no puedes escapar.
A continuación te damos unas pistas para que analices si tu relación está siendo opacada por este fenómeno.
Este es un factor clave para determinar si estás fallando con tu pareja. La honestidad es la base primordial para llevar con éxito una relación.
Sin embargo, en ocasiones esta palabra empieza a perderse en el camino y se disfraza con excusas para tapar mentiras y sostener lazos que ya están quebrados.
Está bien que el amor se viva de una forma tranquila, sin agite y con la libertad de dejar ser a la otra persona, pero no hay que caer en el vicio de hacer como si todo nos importara poco, eso evidencia desinterés y una “falsa” seguridad de amor con la otra persona.
Hay que tener mucho cuidado con este factor, las relaciones péndulo tienden a confundirte en todo momento, crees que cuando estás dando emociones, sentimientos, no puedes recibir de la misma forma ¡error!.
Aunque se sabe que uno siempre va a querer más que el otro, en un momento determinado deben compensarse las actitudes, así que si te faltan motivos para seguir o no estás convencida, es mejor dejar las cosas quietas, y ponerles un punto final.
La persona que desde el principio te muestra que es más importante todo en el mundo menos tú, es alguien que no debe estar en tu vida.
El egoísmo no está dado solo por demostrar acciones del “Yo” como factor primordial, también está sujeto a no modificarse, ni a transformarse, por lo que la indiferencia es el plato principal, y perderte solo es una opción más para la otra persona, sin importar el desenlace.
Con información de: Revista Cromos