Bajo un olivo, a unos cientos de metros de la valla de seguridad custodiada por militares israelíes, un grupo de adolescentes gazatíes están atareados con papeles de colores y botellas de plástico vacías.
Fabrican una cometa con los colores negro, blanco, verde y rojo de la bandera palestina. Llenan una botella con combustible, la atan a la cometa y caminan hacia la frontera.
A una distancia prudencial para evitar ser blanco de disparos, prenden fuego a la botella y lanzan la cometa. Una vez en el aire, sueltan el hilo y miran como pasa por encima de la frontera y cae envuelta en llamas.
Para este viernes, el cuarto consecutivo de protesta, Morad, uno de los jóvenes, predice que decenas de cometas se elevarán “en dirección del enemigo para desestabilizarlo y sembrar confusión”.
“Queremos que el enemigo se sienta continuamente en estado de emergencia”, afirma el joven, que se niega a divulgar su nombre.
Las cometas se están convirtiendo en uno de los símbolos de la Marcha del Retorno, el movimiento lanzado el 30 de marzo en Gaza para reivindicar el derecho de los palestinos a regresar a las tierras de las que fueron expulsados o de las que huyeron después de la creación de Israel en 1948.
Se trata también de protestar contra el bloqueo impuesto por Israel desde hace más de diez años para acorralar al movimiento islamista Hamas que dirige el territorio.
Desde el 30 de marzo, decenas de miles de palestinos se congregaron a cientos de metros de la frontera israelí. Algunos se adelantan para lanzar piedras y artefactos incendiarios o neumáticos en llamas en dirección a los soldados.
Los que se acercan demasiado se arriesgan a ser blanco de francotiradores israelíes. Israel asegura que sus fuerzas disparan sólo cuando es necesario pero advirtió que no dejará a nadie cruzar la valla o amenazar a sus soldados.
Desde el 30 de marzo, 36 palestinos murieron y otros cientos resultaron heridos en los disturbios, según las autoridades de Gaza.
No hay víctimas en las filas del ejército israelí. Los grupos palestinos que apoyan la movilización, empezando por Hamas, no han recurrido a las armas y los lanzadores de piedras están a demasiada distancia para representar un peligro para los soldados.
Las manifestaciones son diarias pero los viernes, día de oración y de descanso semanal para los musulmanes, son masivas.
En las redes sociales ya se habla del “viernes de las cometas”. Circula un dibujo humorístico en el que se ve una cometa lanzando llamas a un soldado israelí bajo el título “el F-16 palestino”, en referencia al avión de guerra.
El ejército israelí lanzó este viernes por la mañana octavillas pidiendo a los gazatíes que no se acerquen a la frontera ni se dejen manipular por Hamas. Les previene que está “preparada para todas las eventualidades”.
En el enclave, los gazatíes preparan cometas a las que atan un mensaje dirigido a los israelíes: “No tenéis nada que hacer en Palestina. Volved al lugar de donde venís”.
Al comienzo de las protestas, las cometas se usaban para elevar al cielo los colores palestinos pero cada vez hay más y algunas están equipadas con sustancias incendiarias.
Las cometas que cayeron en Israel no causaron daños, salvo la quema de algunos cultivos.
Teniendo en cuenta la diferencia de medios en esta confrontación, es un comienzo, afirman los palestinos, contentos. “Cosechas incendiadas -estima Morad- puede representar la pérdida de millones de séqueles para el enemigo”.
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Con información de: ADEL ZAANOUN © Agence France-Presse