Almacén del museo Ixchel guarda las piezas de la colección embalándolas en cajas, bolsas y tubos importados para la conservación de cada textil.
En 1993, el Museo Ixchel se mudó a la ubicación que actualmente tiene, en el interior de la Universidad Francisco Marroquín. Junto con su construcción, se elaboró un almacén en el sótano con el objetivo de guardar ahí la colección de textiles. Este lugar permanece cerrado, sin embargo, nosotros logramos entrar para conocer el tesoro que se guarda dentro.
No cualquier persona puede ingresar a este almacén y quienes lo tienen autorizado, lo deben hacer con extremo cuidado, pues lo que aquí se guarda es un verdadero tesoro.
El almacén está ubicado en el sótano del museo Ixchel y guarda la mayoría de piezas de su colección, con el objetivo de conservar el patrimonio textil de Guatemala.
El museo tiene alrededor de 8 mil piezas y en este almacén se guardan de forma correcta, bajo normas de conservación preventiva, son aproximadamente 3 mil 500.
Cada vez que el museo recibe una nueva pieza, por donación o compra, ésta debe pasar por un proceso de limpieza en seco para que pueda ser almacenada.
La pieza se coloca en una mesa, encima se pone un bastidor y se aspira cuidadosamente para eliminar cualquier contaminante que pueda tener.
Luego meten la pieza en un congelador, mínimo por tres semanas, para controlar y parar el proceso del contaminante. Al sacarla del congelador, se vuelve a aspirar para después ser registrada en un libro de inventario con todos sus datos y se le adhiere un rótulo con un código escrito a mano.
Al ya tener identificada la pieza, debe pasar al registro fotográfico. Para el tema de conservación, este paso es sumamente importante, pues las fotografías profesionales sirven para estudios, publicaciones o para restauración. La pieza es colocada cuidadosamente con alfileres en la pared y un fotógrafo profesional toma la cantidad de fotografías necesarias.
Posterior al registro fotográfico, se pasa al proceso de análisis. En el análisis de la pieza es un tema bastante complejo porque se analiza la pieza completa, es decir, se toman medidas, estructuras, tintes aplicados en la tela.
El siguiente paso es el embalaje. Cada pieza se trabaja dependiendo su tamaño, estado y forma.
La idea es embalarlas lo mejor que se pueda para que duren más tiempo. Para eso utilizan diferentes tipos de embalaje, unas en planchas, otras en tubo, bolsas y cajas donde se pueden almacenar hasta 5 piezas, todo depende del estado.
Todo lo que utilizan es importado, pues en Guatemala no se trabaja este material, por lo tanto el almacenaje de una pieza tiene un costo alto.
Para esto el museo busca donaciones y patrocinios, por ejemplo, han recibido apoyo de la embajada de los Estados Unidos, Finlandia y una organización de Suecia.
El almacén tiene paredes para que no se filtre la humedad y para que se pueda controlar la filtración de bichos, por eso no hay ventanas.
Tiene un sistema de aire forzado y no pueden ingresar más de 5 personas al mismo tiempo porque la temperatura del cuarto cambia.
El personal, que ha sido debidamente capacitado, debe usar guantes y evitar el uso de joyas y maquillaje al momento de manipular las piezas.
El proceso para preparar una pieza y ser embalada, después de haber sido congelada, toma alrededor de 3 horas con 45 minutos.
Cada pieza es clasificada por su tipo con un color distinto, esto para que sea más fácil su identificación y para el orden del almacén.