*Redacción BBC News Mundo
“El dinero puede comprarte mucha libertad”.
Así de claro lo tiene Nuri Katz. Él sabe bien de lo que habla, pues es facilitador de nacionalidades para millonarios.
Sí, conseguir el pasaporte de otro país puede ser muy fácil si tienes el dinero que vale. Y a pesar de lo que pueda parecer, no es necesario acudir al mercado negro ni se trata de un procedimiento ilegal.
El documento es completamente lícito y se lo conoce como pasaporte dorado.
Mientras decenas de miles de personas se agolpan en la frontera sur de Estados Unidos y cientos de miles lo hacen a las puertas de Europa, otros obtienen el estatus de ciudadanos gracias a su cuenta bancaria.
Los pasaportes dorados se llaman oficialmente visas por inversión.
La idea es simple: invertir grandes cantidades de dinero en un país a cambio adquirir la ciudadanía o residencia.
Esto a su vez garantiza el acceso a otros territorios sin necesidad de visado pues, aunque no todos los países los conceden, programas de este tipo existen en países cuyo pasaporte abre muchas puertas, como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
Los pasaportes dorados se han convertido en un negocio que mueve miles de millones de dólares en todo el mundo cada año.
“En Reino Unido, por ejemplo, si inviertes US$2,65 millones adquieres el permiso de residencia y al cabo de unos años puedes obtener el pasaporte británico”, le explica Nuri Katz a la BBC.
Países como España o Grecia, por ejemplo, habilitaron este tipo de permisos en los momentos de crisis para atraer la inversión extranjera y dar salida al volumen inmobiliario.
Por su parte, Henley&Partners, la agencia que ayudó al gobierno de Malta a poner en marcha un sistema de concesión de permisos de residencia para grandes inversores, asegura que el programa le permitió al país incrementar su recaudación en US$465 millones en apenas 12 meses.
No obstante, con los problemas sobre inmigración tan latentes en la actualidad, algunos creen que obtener la ciudadanía en función de tu riqueza es absolutamente injusto.
“Hay gente que lleva décadas viviendo y trabajando muy duro en un país y cuya ciudadanía se pone en duda, mientras que otros pueden conseguirla por un par de millones de dólares en pocos años, sin que se le hagan preguntas”, explica Tom Keatinge, experto en crimen financiero.
Además, en ocasiones, cuanto más dinero inviertes, más rápido consigues el pasaporte. En Reino Unido, con US$2,6 millones lo haces en cinco años, con US$6,3 millones en tres y con US$10 en apenas dos.
Más allá de la moralidad de este tipo de visas, muchos temen que también son una vía de entrada al dinero de origen fraudulento y una manera de blanquear capitales.
“La regulación no es suficiente y la usan a su favor quienes escapan de enfrentarse a las consecuencias de la actividad delictiva con la que han conseguido dinero ilícito y corrupto”, dice Rachel Davies, abogada del la organización de lucha contra la corrupción Transparency Internacional UK.
Ha habido casos que justifican las sospechas de Davies.
Uno de ellos es el de Mukhatar Ablyasov, un ciudadano de Kazajistán que trabajó como director de uno de los bancos más importantes de su país.
Durante la crisis financiera, una auditoría descubrió que había un agujero de entre cinco y diez mil millones de dólares en las arcas de la entidad. Ablyasov huyó del país.
Se refugió en Londres alegando asilo político. Como lugar de residencia escogió una suntuosa vivienda en unos de los barrios más exclusivos de la capital británica: Mayfair.
Además del robo de fondos a la entidad, también se sospechaba que Ablyasov hubiera usado ese dinero para dárselo a su hijo, Madiyar, quien consiguió un pasaporte británico después de obtener la visa por inversión.
De ser así, el gobierno británico habría aceptado dinero de origen ilícito para la concesión de un permiso de residencia. Pero estas eran tan solo sospechas.
Tras una tediosa investigación iniciada por una agencia privada que rastrea activos alrededor del mundo, se inició un proceso judicial.
Ablyasov es protagonista de un extenso litigio en los tribunales de Reino Unido con sentencias en su contra que le reclaman más de US$6 mil millones.
Cuando le dijeron que lo iban a meter en la cárcel por desacato huyó. Ahora vive en Francia.
Él siempre ha negado las acusaciones. Sus abogados le dijeron a la BBC que la denuncia la hacía un régimen de Asia central corrupto.
También aseguran que él había escondido el dinero del BTA para ponerlo a salvo del gobierno de Kazajistán y que el dinero que le dio a su hijo para obtener la visa no era ilícito.
Transparency International UK asegura que casos como estos han podido ocurrir con frecuencia desde que Reino Unido aprobó el programa en 2008.
“A través de nuestras investigaciones pudimos comprobar que durante los primeros 7 años de aplicación de la medida no se hacían comprobaciones reales que evitasen el blanqueo de capitales y eso es muy preocupante”, sentencia Davies.
En ese periodo, 3.000 personas llegaron a Reino Unido trayendo consigo al menos US$3.000 millones de dólares. La mitad de los solicitantes de visa por inversión procedían de Rusia y China, países con un alto índice de corrupción.
Ahora las reglas son más estrictas, se ha doblado la cantidad requerida de inversión (pasando de US$1,3 millones a US$2,6) y el depósito debe pasar por una cuenta bancaria británica, haciendo que sean las entidades financieras quienes hagan las comprobaciones pertinentes para asegurar el origen lícito del dinero.
Esto ha hecho que las solicitudes de pasaporte dorado hayan caído en un 84%, según el Ministerio del Interior británico.
La obtención de determinados pasaportes no solo te permite viajar y vivir en ciertos países sin necesidad de visa. También te facilita los negocios.
Ali Sadr es un ciudadano iraní que consiguió la ciudadanía de St Kitts y Nevis, un pequeño país de dos islas del Caribe donde el pasaporte se consigue pagando una buena cantidad de dinero en efectivo sin siquiera tener que pretender residir allí.
Sadr estableció negocios con Venezuela y hasta consiguió montar un banco en Malta: Pilatus.
Tras una investigación del departamento del Tesoro de Estados Unidos, Sadr está ahora en la cárcel a la espera de juicio. Enfrenta 125 años de cárcel por delitos de evasión de sanciones económicas a Irán, blanqueo de capitales y fraude bancario.
Para Emanuele Ottolenghi, un experto en negocios ilícitos y evasión de sanciones, el pasaporte caribeño de Sadr fue clave en la proliferación de sus negocios.
“No creo que Ali Sadr hubiese sido tan exitoso construyendo su imperio si no fuese porque tenía un pasaporte de St Kitts y Nevis”, le dijo a la BBC.
La concesión laxa de pasaportes a golpe de billetera tiene consecuencias a nivel global.
El banco de Sadr, Pilatus, consiguió abrir una sucursal en Reino Unido.
“Este es un ejemplo donde el programa de concesión de permisos de residencia o ciudadanía ha servido para cometer delitos a nivel global”, señala Tom Keatinge.
Tras escándalos como el de Sadr, Ablyasov y ciertas irregularidades en la concesión de visas, el Parlamento Europeo ha lanzado una investigación y mantiene bajo supervisión los programas de concesión de este tipo de visas de toda la Unión Europea.
Estados Unidos también ha reforzado la vigilancia.
Para abogados como Rachel Davies, los pasaportes dorados no merecen ni siquiera ser valorados como una opción.
“Este mecanismo se instaló en Reino Unido, en teoría, para abrir la puerta a mentes e inversores brillantes pero hay pocas señales de que eso esté ocurriendo […] ¿Acaso queremos ser conocidos como el lugar donde se pueden realizar operaciones financieras de origen dudoso?”.
*Esta nota es una adaptación de un extenso reportaje que emitió el programa de BBC Radio 4 File on Ford realizado por Alys Harte, producido por David Lewis y editado por Gail Champion.