"Para demostrarle que realmente la amaba y que podía hacer algo extraordinario". Quien habla es Michael -no es su nombre real-, quien se practicó una vasectomía hace unos meses, pero no le ha contado a nadie que lo hizo, excepto a su mujer.
“Me daría mucha rabia si alguien se da cuenta. Hay mucho estigma y no quiero que la gente me juzgue o se meta en mi vida privada”, le contó a la BBC para explicar la razón por la que no quiere ser identificado para este artículo.
A diferencia de Europa o Estados Unidos, donde es un procedimiento común, la esterilización masculina provoca miedo en muchos países de África.
Es un procedimiento quirúrgico para cortar o sellar algunos conductos por donde circula el semen de los hombres, para prevenir, de manera permanente, un embarazo.
La operación se realiza con anestesia local, donde el paciente está despierto, pero no siente ningún dolor y no se demora más de 15 minutos.
Tiene una efectividad superior al 99% para prevenir los embarazos.
Lo que es cierto es que una vasectomía no afecta la vida sexual de los hombres. El pene todavía puede tener erecciones y eyacular, lo único es que el semen no contiene esperma.
No obstante, esta operación no protege de las Enfermedades de Transmisión Sexual, por lo que los condones siguen siendo la mejor forma de anticonceptivos para el hombre.
De acuerdo a un informe de Naciones Unidas de 2013, menos del 0,1% de los hombres en África se han realizado una vasectomía.
En Sudáfrica y Namibia tienen el nivel más alto de hombres que se han realizado la vasectomía con un 0,7%. Sin embargo están lejos del promedio global, que es del 2,2%.
Y lejos del 18,9% de las mujeres que se han esterilizado en el planeta.
Michael insiste que no sabía nada de cifras o temas culturales: él lo único que quiere es ayudar a su esposa, que sufría con las dolorosas inyecciones anticonceptivas.
Y lo hacía por una razón: ya tenían tres niños y no querían uno solo más.
“Ella estaba experimentando serios efectos colaterales por las inyecciones, como mareos y mucho dolor cuando levantaba cosas. Perdía peso con facilidad”, recordó.
“Ahora ella puede vivir sin preocuparse por tener un hijo no planeado”, añadió.
Pero ella está preocupada de que algún día la comunidad donde viven se entere, por lo que han decidido no contárselo a nadie. Para ella fue una sorpresa que Michael haya tomado la decisión de hacerlo.
“No podía creer que lo hubiera hecho por mí, ningún hombre en África hace eso”, le dijo a la BBC.
“De donde somos la gente dice que los hombres deben tener todos los hijos que les sea posible”, añadió.
Una de las principales razones por la que los hombres en África no se realizan una vasectomía es por falta de información, según los expertos.
“Muchas personas dicen que es como si los castraran, porque creen que les van a cortar los genitales y se van a convertir en mujeres”, le dijo a la BBC Charles Ochieng, médico cirujano de la ONG Opciones Saludables de Kenia.
Una campaña de vasectomías gratis y masivas se lanzó en Kenia este año y logró que cerca de 100 hombres se realizaran la operación.
En Kenia, la responsabilidad de la planeación familiar por lo general recaeen las mujeres. Y es un tema que preocupa pues para 2050 se espera que la población en África se duplique.
“La concentración del crecimiento de la población en los países más pobres presenta unos retos especiales”, le explicó a la BBC John Wilmoth, director de la división de población del Departamento de Economía y Asuntos Sociales de Naciones Unidas.
“Hace más difícil erradicar la pobreza y la inequidad, combatir el hambre y la desnutrición y poder extender la cobertura en salud y educación”, agregó.
Y Michael lo confirma señalando que él no puede proveer a su familia de las tres comidas para sus tres hijos.
“Yo vengo de una familia muy grande y vi la lucha de mis padres para sacarnos adelante. No quiero seguir ese camino”, dijo.
“Quiero tener una familia que sea más fácil de manejar”, explicó.
Michael dijo que los hombres deben estar bien informados antes de tomar un paso de esta naturaleza.
“Hay personas que piensan que después no eres más un hombre de verdad“, manifiesta.
Ochieng considera que es cierto que hay ciertas desventajas en la vasectomía, pero asegura que los pros superan a los contras.
Los contras son que, tras la operación, no se les permite a los pacientes levantar cosas pesadas por algunos días y que el hombre suele sentir algo de dolor.
Aún así, la operación tiene muy pocos riesgos o complicaciones, según el Centro de Investigación Sanitaria y Población Africana (APHRC).
Muy pocas vasectomías fracasan. De hecho, según datos del APHRC, hay una tasa muy baja de que el conducto cerrado pueda reconectarse de manera espontánea. Solo cerca de una de cada 500 mujeres se ha quedado embarazada durante el año siguiente a que el hombre se sometiera a una vasectomía.
Pese a esos datos, investigaciones realizadas en los últimos años mostraron que los hombres en África no son conscientes de la efectividad de la vasectomía para la planificación familiar.
Michael no cree que muchos hombres en África se hagan la vasectomía.
“La cultura machista está en contra de eso, así que para convencerlos de hacer lo contrario, hay que cambiar esa manera de ver las cosas”.