¿Quién se atreve a decir que rechaza o que no quiere la paz? Es una idea a la que es difícil oponerse. También es algo complejo de definir, al final de cuentas, ¿qué se considera paz, más allá de la ausencia de guerra?
Es una idea a la que es difícil oponerse. También es algo complejo de definir, al final de cuentas, ¿qué se considera paz, más allá de la ausencia de guerra?
Quizá por ello también es fácil de celebrar, tal como desde hace más de 35 años se hace en todo el mundo gracias a una resolución de la Asamblea General de la ONU que en 1981 instituyó la creación del Día Internacional de la Paz.
Aunque inicialmente era conmemorado el tercer martes de septiembre, desde 2001 se festeja cada año el día 21 de ese mismo mes.
En ocasiones, sin embargo, no hay mucho para celebrar.
Este año, por ejemplo, Sudamérica fue la región del planeta en la que hubo un mayor retroceso en este campo, de acuerdo con el Índice de Paz Global, un informe realizado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), un centro de investigación independiente con sede en Australia.
Este estudio evalúa 23 indicadores en 163 países del mundo, con el fin intentar “cambiar la conversación sobre la paz para convertirlo en un concepto más cuantificable”, según explica Carlos Juárez, director del programa de México del IEP, a BBC Mundo.
El estudio agrupa estos datos en tres categorías distintas: conflictos armados, seguridad (percepciones de la población sobre inseguridad, criminalidad, violencia, etc.) y militarización (gasto en defensa, contribuciones con las operaciones de paz de la ONU, etc.).
El informe utiliza solo indicadores que estén disponibles para los 163 países, que representan a 99,7% de la población mundial.
El correspondiente a 2018, publicado en junio pasado y elaborado con datos correspondientes a 2017, revela un deterioro en seis de las nueve áreas en las que el estudio divide al mundo.
“Las cuatro regiones más pacíficas -Europa, América del Norte, Asia Pacífico y Sudamérica-, todas registraron retrocesos, con el mayor deterioro general en Sudamérica, debido a las caídas en el ámbito de la seguridad, principalmente debido a los aumentos en las tasas de encarcelamiento y al impacto del terrorismo”, señala el informe.
Pero, ¿qué ocurrió en Sudamérica para que su posición se deteriorara más que en cualquier otra parte del mundo?
“Las mejoras en los ámbitos de la seguridad y de los conflictos armados fueron descompensadas por un aumento en la militarización. El mayor reto que enfrenta Sudamérica es la ilegalidad”, señala el texto.
“América del Sur tiene la tasa más alta de homicidios de cualquier región, solo superada por América Central y el Caribe. La corrupción y la criminalidad se han vuelto profundamente desestabilizadoras en Sudamérica, como ha sido visto en el escándalo Lava Jato en Brasil o con los sobornos pagados por el gigante de la construcción Odebrecht, que ha implicado a políticos en siete naciones de la zona”.
“Aunque la región ha mejorado sus registros en lo relativo a las protestas violentas y a la inestabilidad política, se ha deteriorado en la intensidad de los conflictos internos, donde ha caído empujada por los problemas continuos en Venezuela”, agrega el texto.
Juárez destaca que el hecho de que Sudamérica haya sido la región que registró un mayor deterioro en el último año no significa que sea la peor, sino la que más retrocedió en comparación con su posición el año anterior.
De hecho, en el informe América del Sur figura -en términos absolutos- como más pacífica que Centroamérica y el Caribe; el África Subsahariana; Rusia y Eurasia; el Sudeste Asiático; y el Medio Oriente y el Norte de África.
Estos son los países en los que se produjo el mayor deterioro en Sudamérica:
Juárez señala que Chile y Uruguay son los dos países más pacíficos de toda América Latina, por lo que el deterioro que sufrieron no es motivo de gran preocupación pues aún se ubican respectivamente en los lugares 28 y 37, en una lista de 163 países.
“Lo que concluimos es que Sudamérica, en general, sigue teniendo un reto en lo relacionado con el estado de derecho y los derechos humanos“, señaló el analista.
“Para Centroamérica y el Caribe, los retos tienen que ver sobre todo con el combate a los delitos violentos y a la corrupción. Lo que más se ha deteriorado en esta región es el índice de homicidios, los delitos violentos y la percepción de criminalidad por parte de los ciudadanos”, agrega.
Pero ¿cuáles son los países menos pacíficos de América Latina?
Juárez asegura que sus estudios indican que México tiene que trabajar para lograr mejoras en el buen gobierno, reducir los niveles de corrupción y asegurar el libre flujo de información, pues ese país se ha convertido en el lugar sin guerra más peligroso del mundo para los periodistas.