Redacción / BBC News Mundo
Un joven de 16 años, se convirtió este domingo en la última víctima fatal de las protestas antigubernamentales que sacuden a Nicaragua desde el 18 de abril pasado.
Se llamaba Matt Andrés Romero y con su muerte se reanuda un conteo de víctimas que al 24 de agosto ya sumaba 322 personas, incluyendo 23 niños y adolescentes, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Romero era estudiante de cuarto año de bachillerato en el Instituto Rubén Darío y vivía en el barrio Larreynaga de la capital nicaragüense, Managua.
Según sus familiares, se había unido a las marchas en contra del gobierno del presidente Daniel Ortega en el mismo momento en que comenzaron.
Y el domingo se sumó a una nueva movilización convocada bajo el eslogan “Todos somos la voz de los presos políticos”, donde fue mortalmente herido de bala.
Otras cinco personas, entre ellas dos periodistas, también resultaron heridas durante la marcha.
Tanto los organizadores de la marcha como los familiares de Romero acusan a simpatizantes armados del presidente Ortega de haber disparado en contra de los manifestantes.
La policía, sin embargo, responsabilizó por el hecho a los mismos manifestantes, a los que describió como “grupos violentos que se habían convocado a una marcha pacífica”.
“Se está realizando la investigación para determinar quiénes son los responsables de convocar a esta marcha violenta y terrorista, así como los autores de estos actos criminales que responden a una fallida estrategia golpista”, afirmó la policía en un comunicado.
Varios organismos habían convocado a la manifestación para exigir la liberación de los que afirman son cerca de 500 detenidos durante las protestas en contra del gobierno de Ortega.
Y según el relato de varios familiares, hacia las nueve de la mañana Romero salió de su casa vestido con un pañuelo azul y blanco en el cuello para sumarse a la misma.
“Quería ver una Nicaragua libre”, le dijo al diario La Prensa de Nicaragua Ismael Reyes, un tío del joven.
“Él marchaba porque no quería ver que más jóvenes murieran“, agregó el pariente.
Según varios reportes, sin embargo, cuando los manifestantes pasaban por el barrio Américas 3 fueron atacados “por grupos de simpatizantes sandinistas”, los que comenzaron a dispararles.
Según estas versiones, Romero recibió un disparo en el pecho cuando circulaba por la calle Tamarindo, cerca de donde cayó herido.
Y a través de las redes sociales circulan abundantes videos y fotografías en las que se puede ver a hombres enmascarados armados o abriendo fuego sobre los manifestantes.
En algunos casos, los atacantes visten las pañoletas rojinegras del gobernante FSLN,
Los paramilitares que atacaron la marcha de los autoconvocados estaban armados. Ellos son los principales sospechosos (responsables) de la muerte del adolescente de 16 años, Matt Romero. Las fotos son de mi colega @CH_fotografia. pic.twitter.com/bucPRupVgD
— Maynor Salazar (@Maynorsalaz) September 23, 2018
Reyes estaba observando la transmisión de la movilización por televisión cuando vio en la pantalla a su sobrino, herido y cargado en brazos de sus compañeros.
“Grité: ‘¡Es Andrés!’ Y corrí a avisarle a mi hermana. Entonces fuimos al lugar y nos dijeron que lo habían llevado al hospital Alemán. Y aquí estamos, esperando su cuerpo”, relató el tío del joven.
La policía, sin embargo, maneja otra versión. Según las autoridades, durante la marcha algunos de los manifestantes “atacaron a familias y sus viviendas con armas de fuego, morteros y piedras… quienes defendieron su vida y sus hogares”.
Y esto hizo que resultaran lesionados “Abraham Lacayo y Max Andrés Romero (sic), este último como consecuencia del fuego cruzado que ellos mismos provocaron, falleció posteriormente”, agrega el comunicado policial, que no refleja correctamente el nombre de la víctima.
“Como familia rechazamos categóricamente la versión de la Policía. Sabemos que quienes mataron a Matt fueron las turbas del Gobierno, todo el mundo lo vio”, le dijo sin embargo a El Nuevo Diario Ismael Reyes, el tío de Romero.
“Él no era ningún delincuente. Sus armas eran su mochila y su pañoleta blanca y azul“, aseguró.
Los organizadores de la marcha también rechazaron las versión de un “fuego cruzado” y denunciaron que al menos 10 de las personas que participaban en la marcha fueron detenidas de forma arbitraria por las autoridades.
La captura de numerosos opositores al gobierno de Daniel Ortega en varias partes del país durante la jornada también fue denunciada por la Coordinadora Universitaria por la Justicia y la Democracia.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para América Central (Acnudh), por su parte, indicó su preocupación por la nueva jornada de violencia en el país, por la que también pareció responsabilizar al gobierno.
“#ACNUDH recibió con preocupación reportes sobre una persona muerta y cinco heridas en una marcha de protesta en Managua. La información recibida indica que la marcha habría sido atacada, incluso con disparos, por policía y elementos armados progubernamentales“, señaló el organismo en su cuenta de Twitter.
“Este tipo de ataques en contra de las protestas se ha observado repetidamente en las últimas semanas y el gobierno debe asegurar el pleno respeto del derecho a la libertad de reunión pacífica según los estándares y normas internacionales de derechos humanos aplicables”, añadió el organismo.
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, Rosario Murillo, comenzaron en abril pasado luego de que protestas en contra de una fallida reforma del sistema de seguridad social fueran brutalmente reprimidas por las autoridades.
Esto hizo que cientos de miles de personas salieran a las calles a exigir la renuncia del mandatario, quien lleva 11 años consecutivos en el poder e insiste que todo lo ocurrido a partir del 18 de abril es parte de una conspiración y un intento de golpe de Estado.
Las autoridades solamente reconocen 197 muertos como consecuencias de las protestas, pero organismos locales de derechos humanos estiman que la cifra excede los 400.