Si vives en un clima frío y con poca luz, es probable que consumas más alcohol.
Así lo asegura un estudio basado en datos de la Organización Mundial de la Salud.
Una investigación realizada con datos de 193 países por la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, y publicada en la revista “Hepatlogía”, dependiente de la Asociación Estadounidense de Enfermedades del Hígado (American Association for the Study of Liver Diseases) ha establecido un vínculo entre la temperatura promedio, las horas de luz solar y el consumo de alcohol.
El autor principal del documento, Ramon Bataller, director asociado del Pittsburgh Liver Research Center, dijo: “Este es el primer estudio que demuestra de manera sistemática que, a nivel global, en las zonas más frías y en las que tienen menos sol, consumen más alcohol y sufren más de cirrosis alcohólica”.
Para llegar a esta conclusión el estudio tomó los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Meteorología.
La razón científica para este fenómeno, apunta el documento, es que el alcohol actúa como un vasodilatador, que agranda los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de la sangre a través del organismo, lo que eleva la temperatura corporal.
El consumo de alcohol también está relacionado con la depresión, que tiende a ser más frecuente cuando la luz solar es escasa, concluye el estudio.
El doctor Peter McCann, asesor médico del Hospital Castle Craig, una clínica residencial de rehabilitación de drogas y alcohol de Escocia, contribuyó al informe.
“Ahora tenemos nuevas pruebas de que el clima, y en particular la temperatura y la cantidad de luz solar a la que estamos expuestos, influye mucho en la cantidad de alcohol que consumimos”.
“Además, la relación entre consumo de alcohol y clima deriva en las posibilidades que tiene la gente de desarrollar una enfermedad hepática tan peligrosa como la cirrosis que puede acabar en insuficiencia hepática y muerte”.
La OMS presentó los datos sobre los patrones de consumo de alcohol en una conferencia sobre nuevos patrones que se celebró esta semana en Edimburgo (Escocia, Reino Unido).
En su informe más reciente sobre el la situación del Alcohol y Salud 2018, publicado en septiembre de este año concluyó que 1 de cada 20 muertes en el mundo están asociadas al alcohol.
Las regiones de Europa y Américas son las que tienen una tasa de consumo per cápita más altas del mundo, según la organización.
Así queda la tabla del consumo de alcohol en los países de América Latina:
Uno de los asistentes a la conferencia de Edimburgo dudó de los resultados obtenidos por la universidad estadounidense.
El profesor Jurgen Rehm, del Centro para la Adicción y la Salud Mental de Reino Unido, le dijo a BBC de Escocia que otros estudios mostraban tasas de alcohol más altas en países como Irlanda, el Reino Unido, Alemania y Polonia que en otros más fríos como Noruega, Suecia y Finlandia.
“Básicamente, hemos encontrado que esta correlación no desempeña ningún papel“, aseguró.
Cabe mencionar que Finlandia tiene una legislación muy restrictiva sobre el consumo de alcohol y los impuestos que se pagan por el alcohol en los países nórdicos son también muy altos, medidas aprobadas en parte para atajar el problema el alto consumo de alcohol.