Cabrera llamó otra vez a la obediencia del ejército hacia la soberanía, que de nuevo, sin decirlo, representa su gobierno.
Horas antes de activar la petición de antejuicio contra la Corte de Constitucionalidad, el presidente Jimmy Morales y su vicepresidente Jafeth Cabrera buscaron el respaldo del Ejército de Guatemala. En un acto, al que solo se permitió el acceso de cámaras oficiales y del que se supo un día después, la voz principal la tuvo el vicepresidente, quien llamó a los oficiales recién ascendidos a defender a esta administración.
Cabrera subió al podio a petición del presidente, quien no dirigió palabras a los militares que asistieron al acto en la Guardia de Honor. Un acto que solo quedó reservado para los militares y algunos allegados del presidente.
La alocución de la presidencia comenzó exaltando a los militares y su compromiso con el gobierno como ninguna otra institución. Pero la intención del vicepresidente iba orientada a lo que minutos después se concretó en una acción judicial de parte de la PGN.
Sin mencionar a la CICIG, el vicepresidente se alineó con el discurso oficial en el que “extranjeros” podrían pisotear insignias nacionales. Cabrera llamó otra vez a la obediencia del ejército hacia la soberanía, que de nuevo, sin decirlo, representa su gobierno.
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