Se conocieron en una entrevista de trabajo y luego de estar saliendo durante unos pocos meses decidieron casarse. Era 1993.
Unos meses más tarde, él fundaría una compañía que esta semana se convirtió en la más valiosa del mundo: Amazon.
Pero 25 años después de aquel primer encuentro, Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, y su esposa MacKenzie Bezos anunciaron que pondrán fin a su matrimonio.
No está claro qué parte del imperio construido por su marido le corresponderá a ella tras el divorcio.
La ruptura la anunciaron a través de un comunicado conjunto divulgado por Twitter en el que apuntan que se trata de una decisión en términos amistosos.
“Luego de un largo periodo de exploración amorosa y una separación de prueba, hemos decidido divorciarnos y continuar compartiendo nuestras vidas como amigos”, señalaron.
“Si hubiéramos sabido que nos separaríamos después de 25 años, lo habríamos hecho de nuevo“, aseguraron.
“Hemos tenido una vida tan buena juntos como matrimonio y también vemos maravillosos futuros adelante, como padres, amigos y socios en emprendimientos y proyectos, y como individuos en busca de negocios y aventuras”, afirmaron.
“Aunque las etiquetas pudieran ser diferentes, seguimos siendo familia y permanecemos como amigos queridos”.
— Jeff Bezos (@JeffBezos) January 9, 2019
Jeff Bezos, de 54 años de edad, es el hombre más rico del mundo, de acuerdo con el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, con una fortuna estimada en US$137.000 millones.
La pareja tiene cuatro hijos, tres varones y una niña, que es adoptada.
MacKenzie Bezos creció en San Francisco, donde su padre trabajaba en planificación financiera.
Era una joven tímida y amante de los libros que podía pasar largas horas en su habitación escribiendo historias, según reseñó la revista Vogue.
En 1992, obtuvo un título en Inglés en la Universidad de Princeton, donde también estudió su marido, aunque algunos años antes.
Posteriormente se mudó a Nueva York donde, mientras buscaba empleo, fue entrevistada por Jeff para ocupar una posición en un fondo de inversiones en el que él trabajaba.
Al final, terminaron trabajando en oficinas contiguas y ella, aseguró a Vogue, tomó la iniciativa romántica, invitándolo a almorzar.
Poco tiempo después de casados, su marido comenzó a soñar con la idea de crear una empresa para vender libros por internet.
Ella, que asegura no tener mucho sentido de los negocios, lo apoyó y accedió a mudarse de Nueva York a Seattle para poner en marcha el emprendimiento.
Amazon empezó a operar en 1994 y Mackenzie se encargó de llevar la contabilidad de la nueva empresa durante su primer año de vida.
Pero su futuro profesional no estaría en la contaduría sino en la escritura, algo para lo que parecía tener talento, según el testimonio de una de sus profesoras, la premio Nobel de Literatura Toni Morrison.
Pese a ello, tardaría 10 años en escribir su primera novela, “The Testing of Luther Albright”, publicada en 2005.
El nacimiento de sus hijos y las exigencias de la crianza la obligaron a ir postergando la escritura.
“Después del tercer niño, supe que no iba a poder ser el tipo de madre que quería ser y seguir escribiendo. Estaba demasiado ocupada durante esos años”, le contó a Vogue.
Su segunda novela, “Traps”, vería la luz en 2013, ocho años más tarde.
Ahora que se separa de su marido, las leyes locales la apoyan para una división de bienes.
Según datos de Refinitiv Eikon, MacKenzie no posee directamente ninguna acción de Amazon, mientras que su marido controla 16,1% de las mismas.