Es muy probable que tu dolor de espalda se deba al útero en crecimiento y a los cambios hormonales que estás experimentando.
El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional. El útero también puede ejercer presión sobre un nervio y eso podría causar el dolor de espalda.
Además, el peso extra que llevas representa más trabajo para tus músculos y mayor estrés para tus articulaciones, y esto explica por qué puede ser que sientas que el dolor de espalda empeora al final del día.
A través del segmento “Soy Papá”, Julio de León nos presenta algunas técnicas y ejercicios para disminuir estos dolores ¡No te lo pierdas y compártelo!