El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este domingo el inicio de un plan de racionamiento eléctrico que durará 30 días, tras una jornada marcada por las protestas contra su gobierno y por los apagones que afectan el país desde hace casi un mes.
En su primera alocución televisiva en casi una semana, el mandatario aseguró que, durante ese tiempo, espera resolver los fallos que ha presentado el sistema eléctrico desde el pasado 7 de marzo, cuando empezaron una serie de apagones nacionales que siguen sin resolverse por completo.
“He aprobado un plan de 30 días para ir a un régimen de administración de carga (racionamiento)”, anunció el líder chavista.
No está claro cómo funcionará el racionamiento o cuándo o por cuánto tiempo los diferentes estados del país sudamericano se quedarán sin electricidad.
Maduro informó del plan poco después de que su gobierno anunciara una reducción de la jornada laboral y que mantendría las clases suspendidas en las escuelas.
“Para lograr consistencia en el suministro de electricidad, el gobierno bolivariano decidió mantener la suspensión de las actividades escolares y establecer un día laboral hasta las 2:00 pm en instituciones públicas y privadas”, indicó el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez.
Como ha hecho desde que comenzaron los apagones, Maduro reiteró que la inestabilidad del fluido eléctrico en el país se debe a supuestos ataques contra el sistema perpetrados por la oposición y el gobierno de Donald Trump, que, según su criterio, quieren “llevar al país al caos, a la violencia”.
“El golpe fue directamente al sistema de generación y afectó la capacidad de generación (de la principal hidroeléctrica del país, Guri)”, afirmó.
Consideró que su país sufre una “guerra eléctrica” que se ha visto agravada por las altas temperaturas que facilitan los “incendios provocados” por los “terroristas”.
Sin embargo, la agencia Reuters consideró que el anuncio del racionamiento constituían “una dura admisión” por parte del gobierno de que “no hay suficiente electricidad para suministrar y que la crisis energética está aquí para quedarse“.
Diversos analistas han señalado que la infraestructura paralizada, la poca inversión y el mantenimiento deficiente en la red eléctrica se encuentran entre las principales causas del problema con la electricidad en Venezuela.
El país vive profunda crisis económica, con la la tasa de inflación más alta del mundo y una carencia generalizada de alimentos y medicinas.
La nación ha sufrido además una emigración masiva que ha conllevado una “fuga de cerebros” de personal calificado: se estima que unas 25.000 personas especializadas en el sector eléctrico se han ido a vivir fuera.
Venezuela ha sufrido en menos de un mes tres apagones nacionales cuyos efectos todavía se sienten en la mayor parte del país.
Los efectos secundarios de los cortes de energía también se sienten especialmente en términos de escasez de agua: muchas comunidades están actualmente sin un suministro estable.
Las luces de la calle y los semáforos se apagan, las bombas en las estaciones de combustible están inactivas, y los servicios de teléfono celular e internet son limitados.
Este domingo, miles de venezolanos salieron a las calles para protestar contra los apagones y contra el gobierno de Maduro, en una jornada de manifestaciones convocadas por líder opositor Juan Guaidó.