Ciudad Guatemala
El autohotel "Amor Prohibido" pasó a favor del Estado, luego que una Sala de Mayor Riesgo confirmara la extinción contra Eduardo Francisco Villatoro Cano.
Eduardo Francisco Villatoro Cano, alias Guayo Cano, fue sentenciado en diciembre de 2018 a 372 años y ocho meses de prisión al ser hallado culpable de la muerte de nueve agentes de la Policía Nacional Civil en Salcajá, Quetzaltenango, así como de otros crímenes.
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La Sala Primera de Mayor Riesgo y de Extinción de Dominio confirmó la sentencia de extinción de dominio sobre dos bienes inmuebles registrados a nombre de María Isabel López de Villatoro, esposa de Eduardo Villatoro Cano.
La Laguna Los Tarayes y el auto hotel “Amor Prohibido”, ubicados en el municipio La Democracia, Huehuetenango pasarán ahora a favor del Estado.
Las propiedades que pasan a favor del Estado son la Laguna Los Tarayes, y el auto hotel “Amor Prohibido” ubicados en el municipio de La Democracia, Huehuetenango. pic.twitter.com/uwyeeesmCy
— MP de Guatemala (@MPguatemala) May 6, 2019
Las propiedades tienen un valor estimado de Q3.4 millones y se encuentra en un terreno de 1 mil 965 metros cuadrados, además cuenta con una construcción de 1 mil 48 metros cuadrados.
Además la residencia se estima con un costo de Q2.8 millones y ocupa una manzana cuadrada de terreno.
Según las pesquisas, el auto hotel tendría un valor aproximado de tres millones 479 mil quetzales, se encuentra en un terreno de un mil 965.45 metros cuadrados, cuenta con una construcción de un mil 48.8 metros cuadrados. pic.twitter.com/WCMnPqAf3T
— MP de Guatemala (@MPguatemala) May 6, 2019
Sentencia
Los jueces en el 2018 encontraron evidencias de la participación de Guayo Cano que lo juzgaron por los delitos de asociación ilícita, asesinato, asesinato en grado de tentativa, robo y tráfico y almacenamiento.
“No queda duda de la participación de Eduardo Villatoro Cano en los asesinatos y trasiego de drogas, con certeza absoluta y positiva”, dijo una de las juezas.
El 13 de junio del 2013, un grupo de sicarios irrumpió en la subestación de la Policía Nacional Civil (PNC) de Salcajá, Quetzaltenango y ultimaron a los agentes.
La banda también se llevó secuestrado al subinspector César Augusto García, quien apareció desmembrado seis días después.
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