Blanquear los dientes es más sencillo de lo que parece y no siempre es necesario pagar grandes cantidades de dinero en el odontólogo.
Dicen que la carta de presentación de una persona es una bonita sonrisa. El problema es que muchas veces está manchada y provoca incomodidad en hombres y mujeres. Sin embargo hay soluciones efectivas para deslumbrar y encantar a cualquiera.
Los tratamientos caseros y naturales suelen ser más confiables y, quizás, tan efectivos como los recetados por un odontólogo. Estos son los cinco consejos que puede poner en práctica:
Con tan solo comer fresas se estarán blanqueando los dientes. Esto ocurre debido a que esta fruta tiene una cantidad significativa de ácido fólico. Además son una gran opción si ya se ha hecho algún tipo de blanqueamiento, ya que estas lo intensificarán y lo harán duradero.
Al parecer las frutas tienen muchos más beneficios que solo nutrir. Este remedio poco usual para blanquear los dientes es uno de los más fáciles. Antes de dormir, frotar una cáscara de banano en los dientes por dos minutos. Gracias al potasio y magnesio que estas contienen desaparecen manchas o partes amarillentas en la boca.
El bicarbonato de sodio es una de las soluciones más escuchadas para desaparecer colores desagradables, no solo de los dientes, sino que de la piel. Lo único que hay que hacer es sumergir el cepillo en el bicarbonato con agua, y cepillar por dos minutos. Es importante tener en cuenta que aplicar demasiado producto puede ocasionar ardor o dolor en la boca, por lo que hay que tener precaución.
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El momento adecuado para aplicar este producto es luego de cepillarse. Se toma una cucharada de aceite y se enjuaga por cinco minutos. Este procedimiento puede hacerse constantemente y así lograr resultados más rápidos.
El calcio es clave para lograr una sonrisa perfecta, ya que el esmalte de los dientes está hecho de él. Para lograr efectos positivos es importante frotar la cáscara de naranja antes de dormir con la parte exterior de la fruta.