Algunos votos fueron anulados debido a los mensajes escritos sobre las papeletas electorales, tanto de presidente y vicepresidente como de alcaldes, diputados al Congreso de la República y, especialmente, diputados las del Parlamento Centroamericano (Parlacén).
El rechazo más generalizado, según se dejó ver en el conteo de votos, fue la papeleta que proponía a los candidatos al Parlamento Centroamericano. Un ente regional al que Guatemala es representado por 22 diputados, 20 electos a través de las elecciones y dos escaños más que corresponden al presidente y vicepresidente saliente.
Sin embargo, durante el ejercicio electoral de este domingo el mensaje fue claro para varios ciudadanos que no dudaron en manifestar su rechazo y aprovecharon el momento para poder expresar en las diferentes boletas sus inconformidades.
Las boletas en las que escribieron mensajes corresponden a un “voto nulo”, porque se considera así cuando no está marcada claramente con una X, un círculo u otro signo adecuado, cuando el signo abarque más de una planilla, a menos de que esté clara la intención de voto, o cuando la papeleta contenga modificaciones, expresiones, signos o figuras ajenas al proceso.
El voto nulo tiene validez jurídica a efecto de determinar la repetición de la elección.
Según los resultados de la Encuesta Libre que ProDatos elaboró para Prensa Libre y Guatevisión, se evidenció que la mayoría de ciudadanos no tenía claridad del papel que el voto nulo podría tener en las elecciones.
Las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Lepp) del 2016 contemplan que, si el porcentaje de votos nulos supera el 50 por ciento, deben repetirse los comicios un domingo de octubre, para elegir nuevamente presidente de la República, corporaciones municipales, diputados distritales, por listado nacional y al Parlamento Centroamericano (Parlacén), según sea el caso.
Otro indicador que muestra el desconocimiento por el papel que jugará el voto nulo, es la confusión existente entre este y el voto en blanco. El 81% considera que ambas figuras significan lo mismo, lo cual no es correcto, aunque el 87% afirma que tachar o marcar la boleta en varios espacios también es anular el voto.
Estos porcentajes se mantienen similares en las tres áreas evaluadas: metropolitana, interior urbano y rural, lo cual comprueba que el desconocimiento es generalizado.
En cuanto a la respuesta por grupos demográficos a la pregunta de si el voto en blanco es lo mismo que el voto nulo, el porcentaje es similar entre hombres y mujeres, así como en los tres grupos etarios encuestados: de 18 a 24 años, de 25 a 34 y de 35 o más, en donde el número fluctúa entre el 79% y 82%.
Al evaluar con la misma pregunta a los sectores socioeconómicos sí se marca una notable diferencia, aunque el desconocimiento del voto nulo continúa alto.
Las personas incluidas dentro del segmento D (bajo) son quienes más confunden el voto nulo y el voto en blanco, el 84%; mientras que el porcentaje baja al 68% al evaluar al segmento C2/C3 (medio). El nivel alto (BC1) es el que muestra más conocimiento en ese tema ya que seis de cada 10 sabe que ambos votos no son lo mismo.
Durante la segunda vuelta de las Elecciones Generales del 2015 los votos nulos disminuyeron en comparación con la primera vuelta, cuando la cifra llegó a 225 mil 26 – 4.17 por ciento-.
Datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) establecieron que de los cuatro millones 255 mil 875 guatemaltecos que asistieron a las urnas, 106 mil 130 guatemaltecos votaron nulo, lo que representa el 2.49 por ciento.
Mientras en la primera vuelta de los cinco millones 390 mil 5, el voto nulo alcanzó los 225 mil 026 (4.17 por ciento).
Entre los departamentos con más votos nulos se encuentran Totonicapán con 4.15 por ciento (4 mil 147) de los 99 mil 875 emitidos.
Luego se encuentra San Marcos, pues de los 252 mil 529 (48.92 por ciento) votos emitidos el 3.12 por ciento, es decir 7 mil 890 fueron nulos.
Los votos en blanco también presentaron un baja pues de 270 mil 970 registrados en la primera vuelta pasaron a 70 mil 517, lo que representa 1.66 por ciento de los votos emitidos.