En ASEDES se atiende a la comunidad sorda y la oyente con el objetivo de proveer herramientas educativas indispensables para el pleno desarrollo del sordo.
Niurka Bendfeldt tiene sordera profunda de nacimiento, debido a que a su mamá le contagiaron rubéola mientras estaba embarazada.
A los 16 años pronunció su primera palabra luego de años de recibir terapias para dominar el oralismo y el lenguaje de señas.
Luego de vivir en carne propia la discriminación entendió que su propósito era la fundación de La Asociación Educativa para el Sordo -Asedes-, donde ha tenido la oportunidad de unir los dos mundos, el del silencio y el del sonido.
El término sordomudo no es correcto, es sordo. Según explica Bendfeldt. “La persona muda tiene otra discapacidad, pero lo asocian porque creen que el sordo al no escuchar tampoco puede hablar o comunicarse, pero si lo puede aprender a hacer”, dijo.
A sus 45 años, Niurka ha obtenido importantes logros: