La excandidata sufre depresión, pero no amerita hospitalización.
El estado de salud de Sandra Torres, excandidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y detenida por financiamiento electoral ilícito y asociación ilícita, no amerita hospitalización, según diagnóstico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El 2 de septiembre, cuando ocurrió el arresto, la defensa alegó que Torres sufre arritmia cardiaca, hipertensión arterial y neuralgia, males por los cuales toma cinco medicamentos, para lo cual necesitaba hospitalización. Incluso planteó que fuera internada en el sanatorio Los Pinos, de la zona 13.
De esa forma intentó evitar la prisión provisional, pero Claudette Domínguez, jueza de Mayor Riesgo A, la envió a Mariscal Zavala, donde permanece.
El Inacif, que por orden judicial hizo un examen médico a la política, informó que el estado de salud de ella no amerita hospitalización.
Además, sí diagnosticó depresión, para lo cual Domínguez ordenó que en 48 horas se haga una evaluación a cargo de un psiquiatra.