Imagina cómo sería una clase de historia en una escuela del año 3000.
¿Qué rastro tendrían los estudiantes de quienes hoy habitamos la Tierra?
Así como hoy conocemos las herramientas primitivas de la Edad de Piedra o armas más sofisticadas de la Edad de Hierro, ¿qué vestigios verían de nuestra era?
Al ritmo que vamos, todo indica que el plástico será una de las mayores huellas que dejaremos de nuestro paso por este mundo.
Un nuevo estudio revela que la gran cantidad de plástico que utilizamos está quedando grabada en el registro fósil del planeta.
Por eso, algunos científicos afirman que estamos en la Edad del Plástico.
“Estamos usando tanto plástico que eso es por lo que vamos a ser recordados“, le dice a BBC Mundo Jennifer Brandon, bióloga de microplásticos de la Universidad de California (EE.UU.) y autora de la investigación.
Para llegar a esa conclusión, Brandon y su equipo analizaron sedimentos del fondo del mar cerca de las costas de California, que datan de hace 200 años.
Al analizar sus compuestos, notaron que a partir de 1940 la cantidad de plásticos microscópicos se duplicaba cada 15 años.
Para 2010, que fue cuando se tomaron las muestras, las personas estaban depositando plástico en el mar a una velocidad 10 veces mayor a la de antes de la Segunda Guerra Mundial.
“Es como si estuviéramos haciendo llover plástico en el océano”, dice Brandon.
La bióloga afirma que su hallazgo refuerza la idea de que la acumulación de plástico se puede utilizar como un indicador del inicio del Antropoceno, una era geológica propuesta por la comunidad científica que se caracteriza por los cambios que los humanos han generado en el planeta.
El estudio de Brandon sugiere que “nuestro amor por el plástico” es uno de los hitos que indica el inicio del Antropoceno.
“El plástico es un marcador biológico perfecto porque nunca se degrada”, dice Brandon. “Dura prácticamente para siempre“.
El plástico ha sido popular desde hace solo unos 75 años, pero la huella que deja es perdurable.
Entre las muestras analizadas por Brandon y su equipo, la mayoría del plástico provenía de fibras de ropa, pero también hallaron fragmentos de materiales de bolsas y otros tipos de partículas.
Investigaciones previas han calculado que cada año al mar llegan entre 5 y 12 millones de toneladas métricas de desechos plásticos.
Otros estudios han mostrado que los organismos marinos que ingieren plástico sufren daños que se esparcen por toda la cadena alimenticia.
Brandon afirma que los humanos “nos volvimos dependientes del plástico”, pero advierte que no aboga por eliminarlo completamente de nuestras vidas.
Para ella, la clave está en cambiar algunos hábitos y utilizar lo estrictamente necesario.
“Es una cuestión existencial“, dice.
“Nuestras decisiones diarias están quedando grabadas en el océano, ¿queremos que esa cantidad de plástico es por lo que seamos recordados?”.