La primera señal fue una multitud de moscas que provenían de un predio abandonado en las afueras del pueblo La Primavera en Zapopan, en Jalisco, occidente de México.
En el sitio hay un pozo de unos 20 metros de profundidad del que emanaba un profundo olor fétido. Los vecinos pensaron que una vaca se había caído.
Pero no era un animal lo que había en el fondo del pozo, eran restos humanos que durante varios meses fueron arrojados dentro de bolsas de basura.
Las autoridades recuperaron 119 bolsas. No se sabe la cantidad de personas a quienes pertenecen, ni tampoco se ha logrado identificar alguna.
El coordinador del Gabinete de Seguridad de Jalisco, Macedonio Tamez Guajardo, dice que los peritos “han armado nueve cuerpos completos y 16 incompletos”.
Pero con el resto de las partes no se ha logrado definir a cuántas personas pertenecen. “Hay cabezas, torsos, extremidades y demás” añade el funcionario.
Por el estado en que se encontraron los restos, la identificación de las víctimas deberá hacerse con pruebas de ADN, un proceso que puede tardar varios meses reconoce la Fiscalía General del Estado.
Organizaciones como Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej) creen que se trata de la mayor fosa clandestina localizada en la entidad.
Los medios de Jalisco llaman al sitio “el pozo de los horrores”.
El lugar del hallazgo está en un predio de unas cuatro hectáreas, cercado por un muro de adobes.
Dentro del terreno existe una caballeriza a medio construir, y a unos metros se ubica el pozo donde se arrojaron los restos humanos.
El predio, abandonado desde hace varios años, según contaron vecinos a periodistas locales, se encuentra en el camino de acceso al Bosque de la Primavera, la mayor área verde de la Zona Metropolitana de Guadalajara, una población de unos cinco millones de habitantes.
Parte del muro del predio fue derribado y, de hecho, los vecinos cruzaban la propiedad para llegar al pueblo o llevaban vacas a pastar allí.
Un reportero local le contó a BBC Mundo que desde hace varios días había “como una plaga de moscas” alrededor del terreno. También un profundo olor fétido que se agudizó con las lluvias al inicio de septiembre.
De hecho fue el pasado día 3 que bomberos y policías del municipio de Zapopan encontraron las primeras bolsas con restos humanos. La excavación para encontrarlos duró una semana.
“La gente no sabe quién arrojó las bolsas. Algunos dicen que vieron a jóvenes llegar con las bolsas pero nada más”, explica el periodista.
En los últimos años en el Bosque de La Primavera se han encontrado varias fosas clandestinas, así como laboratorios donde se fabricaban drogas como cristal o anfetaminas.
Aunque en sus alrededores se han construido fraccionamientos residenciales, existen algunas áreas boscosas donde es peligroso acercarse.
En marzo y abril pasado, cuando en la zona hubo incendios forestales, los guardabosques y equipos de bomberos tuvieron dificultades para cumplir su trabajo.
Algunos contaron a BBC Mundo que grupos de personas, algunas con armas, cerraron el camino para llegar a los siniestros.
Pero hasta ahora no había ocurrido un hallazgo como el del pozo con restos humanos.
Especialistas ven en esta nueva fosa clandestina una señal del recrudecimiento de la violencia en Jalisco.
“Es un gran monstruo emblemático de la impunidad e ineficiencia de las autoridades”, le dice a BBC Mundo Francisco Jiménez Reynoso, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.
“Todos los hallazgos son por denuncias de ciudadanos, como fue en este caso. El común denominador es que la gente huele mal en su entorno, hay olores fétidos, denuncian a las autoridades y es hasta ese momento que acuden a esos lugares”.
BBC Mundo solicitó entrevistas al fiscal General de Jalisco, Octavio Solís Gómez, así como al jefe del Gabinete de Seguridad Macedonio Tamez. No hubo respuesta.
De acuerdo con organizaciones civiles, en los últimos años más de 8.000 personas han desaparecido en Jalisco.
Muchos fueron a parar a fosas clandestinas como el pozo de La Primavera, dice el investigador Jiménez Reynoso. Pero de la mayoría no se sabe su paradero.
Este año, se han encontrado 15 sitios como éste en distintos municipios del estado y es probable que se encuentren todavía más, según reconocen organizaciones civiles.
Lo que ocurrió en el pozo con restos humanos “es una fosa de dimensiones dantescas” le dice a BBC Mundo César Pérez, director del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo de Jalisco (Cepad).
“Es un reflejo de la grave crisis de derechos humanos que padecemos. La impunidad permite actuar a los autores de desapariciones, homicidios y feminicidios”.
Es una parte de la historia, coinciden los especialistas. La otra es una creciente ola de violencia por una disputa interna en el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los más violentos del país.
Desde hace un par de años algunos grupos disputan el control de la organización a su fundador, Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”.
La guerra interna es una de las razones del incremento en el número de homicidios y desapariciones reconocen autoridades.
Pero también advierten que en algunos casos, la violencia es respuesta al combate oficial a la delincuencia organizada.
“Para el gobierno estatal el combate a la violencia es un asunto de la mayor serenidad”, afirmó el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
Mientras, las organizaciones que buscan personas desaparecidas solicitaron al gobierno federal que envíe expertos forenses para analizar los restos encontrados en La Primavera.
“No nos dejen solos” dice un comunicado de Fundej. “Con el corazón en la mano pedimos ayuda”.