Cortar las delicadas a un bebé será un momento de angustia para todos los padres, en especial para los primerizos.
¡Tranquilos papás! Si lo hacen adecuadamente, evitarán provocar alguna herida al bebé. Es solo cuestión de paciencia y delicadeza.
Deben de recordar que los recién nacidos tienen unas uñas finas, pequeñas y delicadas que se fracturan con facilidad, lo que provoca que se hagan heridas, sobre todo en su rostro.
Al nacer, las uñas de los bebés están muy adheridas a la piel, por lo que se hace difícil cortarlas. Por ello, es recomendable esperar de tres a cuatro semanas para rebajar su tamaño, etapa en la que empiezan a tener uñas más resistentes. A menos que sea fácil visualizar una separación entre la uña y la carne, es mejor evitar las tijeras.
Para evitar cualquier daño, es importante recortarlas cuando se van tornando más largas y filosas. Una opción es utilizar una pequeña lima, pero si prefieren el cortaúñas, Verónica de León Regil les comparte estos tips en “Mamá X2″.