Hace unas semanas la estrella Betelgeuse estaba condenada a muerte. Los científicos creían que era cuestión de poco tiempo que explotara.
Pero ahora esta supergigante roja parece resurgir de las cenizas, como un colosal fénix cósmico.
Betelgeuse es una de las estrellas más brillantes que se ven desde la Tierra, sin embargo, desde finales de 2019 los astrónomos habían notado que se estaba desvaneciendo y había perdido el 40% de su brillo.
En diciembre, alcanzó su punto más bajo en 50 años de observaciones.
Este fenómeno hizo pensar a los expertos que Betelgeuse estaba en la etapa final de su vida, enfriándose y a punto de explotar en una violenta supernova que la iba a hacer desaparecer de nuestra vista para siempre.
Betelgeuse es una vecina de la Vía Láctea, localizada en la constelación de Orión, a casi 700 años luz de la Tierra.
Su tamaño es variable, con un diámetro que puede ser entre 550 y 920 veces más grande que el Sol. Por eso, si llegase a explotar, sería un evento fascinante para los astrónomos.
Muchos ya especulaban en cómo sería esa espectacular explosión, pero ahora científicos de la Universidad de Washington y el Observatorio Lowell en Arizona tienen una explicación mucho menos dramática para que Betelgeuse esté tan opaca últimamente.
Su explicación es sencilla: Betelgeuse no está a punto de explotar, simplemente está cubierta de polvo.
¿Cómo llegaron a esta conclusión?
Emily Levesque, astrónoma de la Universidad de Washington y Philip Massey, astrónomo del Observatorio Lowell, lograron calcular que la temperatura de Betelgeuse es más alta de lo que se esperaría si su falta de brillo se debiera al enfriamiento de su superficie.
Según sus cálculos, la temperatura de la superficie de Betelgeuse el 14 de febrero de este año era de aproximadamente 3.325 ºC. Eso es solo entre 50 y 100 grados más fría que la temperatura que se había calculado en 2004, mucho antes de que comenzara su evidente atenuación.
Por eso, Levesque y Lowell creen que, al igual que lo hacen muchas otras estrellas supergigantes, lo que ocurre con Betelgeuse es que ha desprendido algo de material de sus capas externas.
“Vemos esto todo el tiempo en las supergigantes rojas, es una parte normal de su ciclo de vida“, dijo Levesque en un comunicado.
Levesque se refiere a que las estrellas supergigantes rojas como Betelgeuse ocasionalmente arrojan material de su superficie, el cual se acumula a su alrededor en forma de polvo.
A medida que se enfrían y se disipan, los granos de polvo absorben parte de la luz que llega hasta nosotros, lo que dificulta que podamos ver la estrella que emite esa luz.
Los astrónomos han observado nubes de polvo alrededor de otras supergigantes rojas y observaciones adicionales podrían revelar un fenómeno similar alrededor de Betelgeuse.
Durante las últimas semanas Betelgeuse ha comenzado a recuperar lentamente su brillo.
Levesque y Massey, sin embargo, advierten que aunque no haya motivos para pensar que la estrella vaya a explotar pronto, “no hay razón para dejar de observar“.
Los expertos calculan que Betelgeuse podría explotar como una supernova en los próximos 100.000 años, cuando su núcleo colapse.
“Las supergigantes rojas son estrellas muy dinámicas“, dice Levesque.
“Entre más podamos aprender acerca de su comportamiento normal, mejor las entenderemos y podremos reconocer cuándo podría ocurrir algo realmente único, como una supernova”.