La historia de la primera locomotora en la ciudad de Guatemala tan solo es un recuerdo lejano y son muy pocos los que pueden decir que la conocieron.
La ubicación de Guatemala con el resto de países de Centroamérica lo convierte en el territorio con más conexión con puertos de los océanos Atlántico y Pacífico. Quetzaltenango, la segunda ciudad más grande del país, era considerada un territorio muy importante para el comercio y tener un mejor transporte. Por lo que se comenzaron con los planes para una línea de ferrocarril hasta este departamento.
Los ingenieros inspeccionaron el área en 1891 y propusieron un ferrocarril cremallera, como los que se habían construido recientemente en Venezuela y Brasil. La construcción comenzó en 1899 y continuó durante años, y finalmente terminó con un cambio de gobierno en la década de 1910. Un nuevo comité propuso una línea de adhesión eléctrica en 1920, la nueva administración guatemalteca aprobó el proyecto y, para financiarlo, impuso un impuesto de 3 quetzales a las bebidas alcohólicas. El nuevo ferrocarril se llamaría Ferrocarril de Los Altos.
Para aquella época, este Ferrocarril de Los Altos era un símbolo de prosperidad. “La construcción de las vías férreas harán la felicidad del país”, aseguraba el presidente Justo Rufino Barrios en alguna ocasión.
Tony Alonzo preparó este reportaje sobre la historia de este tren: