"Será una gran ola. No tiene sentido hablar de segunda o tercera ola y por ello evitamos definirlo de esa forma".
Fueron las palabras de la doctora Margaret Harris, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al ser preguntada este martes sobre la serie de rebrotes de coronavirus que están apareciendo en distintas regiones del mundo.
Durante una conferencia de prensa virtual, Harris intentó aclarar la confusión de que el coronavirus es un “virus estacional” y que aparece en olas como la influenza o la gripe, ya que muchos países actualmente en verano, como Estados Unidos, continúan sufriendo un número elevado de casos.
En su lugar, ha dicho que se trata de una “única ola” que ira “subiendo y bajando”.
Según el recuento de la Universidad John Hopkins del pasado 28 de julio, en el mundo se han infectado casi 17 millones personas y han muerto más de 660.000 muertes por covid-19, la enfermedad que causa el nuevo coronavirus.
El país más afectado es Estados Unidos, con más de 4 millones de contagios y cerca de 150.000 fallecimientos.
Las declaraciones de Harris se producen en medio de un resurgimiento de casos en varias regiones del mundo, como Asia y Europa, que inicialmente habían conseguido frenar y aplanar la curva de la epidemia.
En palabras de Margaret Harris, el coronavirus no está influenciado por “olas estacionales” como otros patógenos.
“Este virus es muy distinto. Le gustan todo tipo de climas. Lo que influye en la transmisión son las reuniones masivas, las personas juntándose y no respetando las medidas de prevención y distanciamiento social”, dijo Harris.
Entonces, tenemos “una gran ola con altibajos que tendremos que aplanar y asegurarnos de que solo nos moja un poco los pies”, agregó la experta.
“Parece que hay una idea arraigada de que es un virus estacional pero hay un brote enorme, el más intenso, en Estados Unidos. Allí se encuentran en medio del verano. Lo mismo sucede con Brasil, un país ecuatorial”, continuó Harris.
En el caso del EE.UU., otros expertos también han señalado que el nuevo aumento de casos que se vive desde junio no se debe a una segunda ola.
“Estados Unidos no se encuentra en una segunda ola porque la primera nunca se detuvo realmente. Simplemente, el virus se propaga en nuevas poblaciones o resurge en lugares que bajaron la guardia demasiado pronto”, apuntó en un artículo en The Conversation Melissa Hawkins, de la Universidad Americana en Washington D.C., en EE.UU.
Pero el aumento de casos no solo ha tenido lugar en el país norteamericano.
El pasado 26 de julio China vivió su mayor incremento de infectados desde el mes de marzo. Y la ciudad de Hong Kong prohibió comer en restaurantes el pasado lunes para frenar un nuevo brote.
Vietnam, que no había reportado ninguna infección por coronavirus desde abril, evacuó a 80.000 personas de la ciudad de Da Nang tras detectar una veintena de casos.
Y en Europa, países como España, Francia o Alemania observan con preocupación el repunte de infecciones y han advertido sobre la posibilidad repetir los confinamientos de la población si la situación no se controla.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, advirtió que algunos países europeos muestran “signos de una segunda ola de la pandemia”.
Estas declaraciones se produjeron después de que este país obligara a hacer cuarentena a los viajeros procedentes de España por el temor a los rebrotes que se están produciendo.