Aunque pareciera difícil de creer (o digerir) para algunos padres, en la actualidad, empresas de Reino Unido como Ofsted o Childcare.co.uk ofrecen servicios de cuido a niños a través de videollamadas.
¿Cuidado infantil a distancia y remoto? Puede parecer un concepto extraño, pero ya es una realidad en tiempos de pandemia.
Para muchos padres el cuidado de los niños está siendo un todo un reto este año, así que varias empresas tecnológicas se pusieron a trabajar en una solución: cuidadores “virtuales”.
El servicio está diseñado para que mamá o papá puedan trabajar desde casa mientras otra persona, a través de la pantalla de una computadora, mantiene a los niños ocupados.
“Los niños más pequeños necesitan un poco de entretenimiento, y si los padres están trabajando, no siempre pueden darles el tiempo que necesitan”, le cuenta a la BBC Richard Conway, fundador de Childcare.co.uk, la mayor plataforma online de cuidado infantil en Reino Unido.
Su empresa ofrece un servicio virtual de cuidado de niños para atender a menores de al menos dos años de edad.
“Nosotros pensamos que ofrecer nannies virtuales, que son niñeros y niñeras reales que trabajan por videoconferencia, sería una gran solución”.
Pero no todos están de acuerdo con que los cuidadores realicen sus tareas mediante llamadas de Zoom.
“A mucha gente le parece una idea loca que implica dejar al niño solo en casa”, reconoce Conway.
A principios de este año, Thea Herodotou, de 37 años, profesora universitaria en Londres, contrató a una niñera virtual para que cuidara de su hija Zoe, de cinco años.
Con la guardería de Zoe cerrada durante el primer confinamiento en Inglaterra, Thea dice que era “imposible” hacer malabares con la crianza de los hijos y el trabajo desde casa.
“Mi esposo y yo tomábamos descansos frecuentes para cuidar a Zoe y la entreteníamos, pero resultaba estresante“.
Así que contrataron a Antoinette Wood, una niñera profesional registrada en Ofsted, una agencia gubernamental de educación, que cuidaba de la niña de manera “virtual” durante una hora al día.
Zoe tardó algunas sesiones en acostumbrarse, dice Thea. “Mi hija salía corriendo de la habitación [en un primer momento]. Sin embargo, Zoe se acostumbró poco a poco a la sesión diaria y pude empezar a dejarla[s] en el cuarto”.
Antoinette dice que las sesiones funcionan si son “de una hora cada vez, especialmente porque los niños pequeños tienen períodos de atención cortos”.
“Yo planifico mucho, así que preparé un plan de lecciones de cómo Zoe y yo pasaríamos nuestra hora virtual juntas cada día”, dice ella. “También le envié una lista de artículos como papel, lápices, crayones, tijeras, dados y un vaso de agua, que necesitaría durante esa hora”.
“La sesión consiste en una breve presentación y charla, y luego leer cuentos, cantar rimas infantiles y contar números, juegos, música y movimiento. La hora la dirige la niña y cada día terminamos nuestra sesión bailando alrededor de la sala alguna canción conocida “.
Richard Conway dice que ahora hay más de 4.000 niñeros virtuales disponibles en su sitio web y que más de 50.000 padres hicieron consultas sobre el servicio.
Sin embargo, se puede afirmar que la idea de que alguien cuide a los hijos desde el otro lado de una videollamada no gusta a todos los padres.
La experta en cuidado de niños Sarah Ockwell-Smith, autora de The gentle parenting book: How to raise calmer, happier children (que no tiene versión en español, pero podría traducirse como “El libro sobre crianza gentil: cómo criar niños más tranquilos y felices”), ve algunos problemas en los cuidadores virtuales.
Ella considera que la crianza a través de pantallas no puede sustituir a la interacción humana, en persona.
“Los niños suelen tener dificultades a la hora de vivir la vida a través pantallas”, dice la especialista. “La separación de amigos y familiares, a quienes solían ver pero que ahora solo pueden ver por pantalla, y el traslado de toda la interacción social y las clases a internet creo que ha creado una especie de bomba de relojería”.
“No es así como se supone que debemos vivir, y creo que veremos un impacto prolongado en esta generación a medida que los niños crezcan”.