Tres hermanas rusas que mataron a martillazos a su padre, porque abusaba de ellas, logran que se le juzgue póstumamente
Las tres hermanas fueron sometidas a abusos sexuales, físicos y psicológicos desde que eran niñas y ahora la justicia las declara víctimas.
Tres hermanas mataron a su padre a martillazos y cuchilladas mientras él descansaba en un sillón de su casa en Moscú, Rusia en 2018, porque querían terminar con años de torturas y violaciones a las que él las sometía.
Recientemente la justicia rusa ya reconoció a las tres jóvenes como víctimas de su padre lo que los abogados de las hermanas consideran como un avance.
El crimen ocurrió en julio de 2018 y conmocionó a Rusia cuando las hermanas María, de 17 años; Angelina, 18 y Krestina Khachaturyan, 19 años, admitieron haber matado a su padre después de que éste las sometiera a años de abusos físicos, mentales y sexuales.
La acusación
La justicia rusa acusaba a las hermanas de planificar la muerte de su padre y tenían el cargo de “conspiración para asesinar en grupo” una pena que tiene entre 8 y 20 años de cárcel.
Ahora, la situación podría cambiar, pues el Comité de Investigación abrió este mes una causa penal contra el padre de las tres jóvenes, Mikhail Khachaturyan, por cargos de agresión sexual, coacción para realizar actos sexuales y tortura y podría ser enjuiciado de forma póstuma.
Alexei Parshin, uno de los abogados de las hermanas Khachaturyan, afirmó a The Moscow Times que espera que este hecho haga que se retiren los cargos.
“Si su padre es declarado culpable esto es una prueba más de que fueron agredidas repetidamente a lo largo de varios años y de que su vida y su seguridad estuvieron en peligro”.
Añadió que ya se comprobó que las jóvenes sufrieron daños corporales y que el crimen fue en legítima defensa necesaria, por lo que no pueden ser declaradas culpables.
Grupos de defensores de los derechos de las mujeres dicen que la hermanas deben recibir rehabilitación psicológica en lugar de una sentencia de prisión, y exigen que el padre de las tres sea juzgado póstumamente.
El crimen
Según medios rusos, las hermanas planearon la muerte de su padre y lo atacaron cuando este dormía en un sillón. La menor lo apuñaló unas 35 veces y la segunda le rompió el cráneo con un matillo, mientras que la tercera le roció gas en la cara.
Aparentemente, las mujeres sufrían abusos desde niñas y la madre huyó del hogar por temor a ser asesinada por la pareja.
Las dos hermanas mayores, Krestina y Angelina, serán juzgadas juntas por asesinato. María, que era menor de edad en el momento del asesinato, fue acusada después de cumplir 18 años y es juzgada por separado del mismo cargo.