¿Qué actrices no se dejaron llevar por los encantos de Pedro Infante?
Pedro infante destacó como cantante y actor. Su carisma enamoró a muchas, pero no todas se dejaron llevar por esos encantos.
Pedro Infante Cruz nació en Mazatlán, Sinaloa, en una familia humilde, pero creció en Guamúchil, en ese estado. Fue el cuarto de 15 hermanos y aprendió a tocar diferentes instrumentos musicales. Entre 1939 y 1957 apareció en más de 60 películas y grabó unas 310 canciones. Interpretó vals, chachachá, canción mexicana tradicional y ranchera, bolero y, especialmente, música en mariachi y ranchera.
La trilogía más sobresaliente de su trayectoria fílmica fue, sin duda, la constituida por Nosotros los pobres (1947), Ustedes los ricos (1948) y Pepe El Toro (1952).
Pero, en su historia también están sus romances y enamoramientos. Entre ellos estaban su primer amor Guadalupe López, con quien tuvo una hija; María Luisa de León, su primera esposa, Lupita Torrentera, con quien tuvo hijos; Irma Dorantes, 16 años menor y con quien se anuló su matrimonio por no estar legalmente divorciado de De León y Blanca Estela Pavón, además de hablarse de otros romances y noviazgos con estrellas de la época.
La comedia de Netflix Como caído del cielo, hace énfasis en el enamorado cantante de Amorcito Corazón, en donde Omar Chaparro trabaja en el papel de Infante, quien tiene que regresar a la Tierra en el cuerpo de otro hombre para comportarse fiel con su esposa, después de llevar una vida desordenada y de infidelidades.
Un reciente artículo publicado en Infobae, se mencionan tres mujeres que llegaron a rechazar al famoso mexicano. ¿Quiénes son ellas?
Sara García
Aquí no se trata de una relación amorosa, pero sí de cómo García no disfrutaba de trabajar con el ídolo mexicano.
La prestigiosa actriz protagonizó junto a él Los tres García y Vuelven los García, de 1947, pero al principio existían muchos problemas.
Ella en una entrevista con Félix Sordo comentó que le molestaba la impuntualidad del cantante cuando los dos eran vecinos cercanos del set de producción.
Un día lo enfrentó y contrario a pelear Infante le prometió cumplir en el horario. El artículo menciona otro momento, un día todo el equipo de grabación estaba desesperado porque el actor no salía de su camerino para empezar el rodaje, y ella tuvo que intervenir.
Al hablar, él le contó que estaba desmotivado porque él se sentía un mariachi y no un actor. Sara lo aconsejó y desde entonces formaron una amistad hasta que Infante murió.
María Félix
El encuentro con La doña, como es recordada Félix fue para filmar la película Tizoc en 1956.
Esta recordada historia le hizo a Infante ganar el Oso de Oro como mejor actor en el Festival de Berlín (1957). Antes de comenzar a grabar usaba a diario caites para que le produjeran callos y, de esa manera, interpretar mejor la manera de caminar de su personaje.
Cuando el director Ismael Rodríguez le propuso a la actriz participar en el proyecto, ella se negó estar junto a Pedro Infante, al describir que él solo hacía papeles populares.
Podría interesarle:
1959: Por qué Guatemala prohibió una película de Pedro Infante y las producciones mexicanas
En la entrevista con Ricardo Rocha en 1996, Félix reveló que la otra razón de su rechazo fue que el personaje que personificó Infante no reflejaba la realidad de su vestimenta.
Infante fue a la casa de Félix para ofrecerle una joya de su pareja Dorantes y al estar ahí llegaron los productores. Él se escondió, pero al final ella acepto solo si su nombre salía primero, que se le pagara más y que Rodríguez dirigiera otra película para ella.
Elsa Aguirre
La actriz confesó que cuando grababan la película Cuidado con el amor, Infante le robó un beso, a lo cual ella respondió con una bofetada.
Ella también dijo que se sentía atraída hacia él. A pesar de que sí le gustaba Pedro Infante, recordó que sus madre le dijo que le tenía que costar trabajo a los hombres.
En una entrevista confesó que Infante quedó de acuerdo con una maquillista para poder estar a solas con ella.
“Llega y se para atrás de mí y me presenta un osito con un tamborcito”, comenzó a narrar Aguirre. “Me lo ponía aquí al oído. Y dije ‘Bueno, está bien’. Ya no podía yo ni hablar. Y de repente da la vuelta al sillón y quedo enfrente de él. Dije ‘Bueno, ¿qué hago, qué hago?’. Y nada, que me planta el beso”, recordó entre risas.