Los 10 perros que participaron lograron identificar correctamente la presencia del virus en el 92 por ciento de las 5.000 pruebas presentadas. El estudio contó con la colaboración de las Fuerzas Armadas alemanas.
Según un estudio alemán dado a conocer por la Escuela Superior de Medicina Veterinaria de Hannover, perros adiestrados pueden olfatear y detectar, con alta precisión, una infección de coronavirus al presentarles una muestra de orina, saliva o sudor.
Los investigadores Paula Jandry, Friederike Theke y Sebastian Meller publicaron sus resultados en la revista científica “BMC Infectious Diseases”. El estudio se llevó a cabo en colaboración con el Ejército alemán, la Facultad de Medicina de Hannover y Hospital Universitario Hamburgo-Eppendorf.
Para el estudio, el equipo de investigación utilizó 10 perros con adiestramiento especial de las Fuerzas Armadas alemanas. Luego de un entrenamiento, los animales fueron capaces de identificar correctamente el virus en el 92% de las más de 5.000 muestras presentadas.
“Para los perros rastreadores médicos, todos los fluidos corporales analizados parecen ser igualmente adecuados para identificar de forma fiable a los individuos infectados por el SARS-CoV-2”, se afirman en un comunicado.
Con el método de detección de olores, los perros son capaces de detectar enfermedades infecciosas y no infecciosas, como varios tipos de cánceres, malaria, infecciones bacterianas y virales.
De hecho, los perros rastreadores también se están probando en otros países. Por ejemplo en el aeropuerto de la capital finlandesa, Helsinki, hasta finales de mayo los voluntarios pudieron someterse a las pruebas de detección del virus con ayuda de los perros adiestrados.
Los animales examinaron con la nariz toallitas que los voluntarios se habían pasado previamente por la piel.
En Francia, la golden retriever Pokaa trabaja en una residencia de ancianos. El animal de dos años de edad ayuda a reconocer las infecciones de forma rápida y fiable.
Así, las personas que se someterán a las pruebas presionan un paño de algodón bajo sus axilas durante un tiempo. A continuación, las telas se colocan individualmente en cajas metálicas con agujeros que el canino luego olfatea.