El mejor amigo del hombre tiene un montón de gestos adorables. Y uno de ellos es sin duda la clásica inclinación de la cabeza hacia un lado. ¿Se ha preguntado alguna vez el motivo de este gesto?
Según un nuevo estudio publicado la semana pasada, la simpática inclinación de la cabeza que hacen algunos perros cuando sus compañeros humanos les hablan, aunque parezca incredulidad o confusión, podría ser una señal de concentración y mayor atención y estar relacionada con la forma en que procesan y memorizan las órdenes.
En el estudio, publicado en la revista Animal Cognition, los investigadores estudiaron la capacidad de 40 perros de distintas razas para memorizar los nombres de los distintos juguetes. Y luego recordar la información para recuperar juguetes específicos en respuesta a las órdenes de los dueños.
La mayoría de los cachorros no fueron capaces de aprender los nombres de los juguetes, pero siete border collies mostraron una notable aptitud para la tarea. Además de pertencer al grupo de “superdotados para aprender palabras”, todos los siete collies inclinaban la cabeza con mucha más frecuencia que sus homólogos no superdotados después de escuchar una orden.
En concreto, los datos mostraron que inclinaban la cabeza el 43 % de las veces, mientras que los otros 33 perros solo hacían el gesto el 2 % de las veces.
“Parece que existe una relación entre el éxito en la recuperación de un juguete con nombre y la inclinación frecuente de la cabeza al oír su nombre”, afirma en un comunicado de prensa Shany Dror, investigadora de cognición animal de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría y coautora del estudio. “Por eso sugerimos una asociación entre la inclinación de la cabeza y el procesamiento de estímulos relevantes y significativos”.
Dado que el estudio sólo investigó los gestos de inclinación de la cabeza cuando los acompañantes humanos pedían a los perros que buscaran juguetes con nombre, los científicos advirtieron que los resultados no podían extrapolarse a situaciones no probadas en la investigación.
“Es importante abstenerse de pensar que solo los perros dotados para el aprendizaje de palabras inclinan la cabeza en otras situaciones no probadas en este estudio”, añadió Andrea Temesi, otro coautor.
Los científicos señalan que es necesario seguir investigando para determinar la generalización de los resultados a otras razas.