Las condiciones de un centro de inmigrantes abarrotado en Kent, en el sur de Inglaterra, eran similares a las de una prisión o un zoológico, según le contó a la BBC un hombre que estuvo en él recientemente.
Ahmed -nombre ficticio- cuenta cómo la gente en el centro de procesamiento de Manston era tratada como “animales”, con 130 personas obligadas a compartir una sola tienda grande.
Según algunos informes, más de 4.000 inmigrantes han sido retenidos en los últimos días en el campamento, destinado a acoger a 1.600 personas.
El Ministerio de Interior británico afirma que se están cubriendo “todas las necesidades básicas” de los inmigrantes.
Por su parte, el ministro de Inmigración, Robert Jenrick, insistió previamente en que el número de personas en Manston está disminuyendo.
Ahmed, quien abandonó el centro el lunes después de 24 días allí, aseguró que le obligaban a dormir en el suelo y le impedían ir al baño, ducharse o salir a hacer ejercicio.
El joven declaró a la BBC que había huido de su país natal, Irán, en busca de libertad y para evitar la persecución. Asimismo, relató que había temido por su vida en su país.
Ahmed declaró que a los migrantes del centro se les impidió llamar a sus familias para hacerles saber que habían llegado sanos y salvos tras hacer la travesía hasta Reino Unido.
“Durante los 24 días que estuve allí, no pude llamar a mi familia para decirles si estoy muerto o vivo. No saben nada de mí”, afirmó.
“Todas las personas que están allí tienen una familia. Deberían saber lo que nos está pasando”.
Manston, una antigua base militar en Kent, abrió como centro de procesamiento en febrero para hacer frente al creciente número de migrantes que llegan a Reino Unido en pequeñas embarcaciones. Los inmigrantes deben permanecer allí durante breves periodos de tiempo mientras son sometidos a controles de seguridad e identidad.
Después, se supone que se les traslada al sistema de alojamiento de asilo del Ministerio de Interior, lo que a menudo significa un hotel debido a la escasez de alojamiento disponible.
Pero Manston se llenó de gente el fin de semana cuando 700 inmigrantes fueron enviados allí desde otro centro en Dover, que fue incendiado.
Varios cientos de solicitantes de asilo fueron reubicados desde el centro de Manston el martes, según informó un diputado de Kent, el conservador Roger Gale.
A lo largo de la semana se irán más, dijo, tuiteando: “No se debe permitir que esto vuelva a ocurrir”.
Jenrick tuiteó el martes que el número de inmigrantes retenidos en el centro había “disminuido sustancialmente”.
“A menos que recibamos un número inesperado de migrantes en pequeñas embarcaciones en los próximos días, el número se reducirá considerablemente esta semana”, dijo. “Es imperativo que el centro vuelva a tener un modelo de funcionamiento sostenible y estamos haciendo todo lo posible para garantizar que eso ocurra rápidamente”.
Sin embargo, la Cruz Roja británica declaró que “los graves problemas en Manston son indicativos de los problemas más amplios a los que se enfrenta el sistema de asilo”.
Este año ha llegado a Reino Unido un gran número de inmigrantes. En lo que va de año, han llegado 40.000 migrantes a Kent, de los cuales casi 1.000 cruzaron el Canal sólo el sábado.
Por otra parte, la BBC recibió fotos de niños que llegan al país solos, sin la compañía de un adulto, y son obligados a dormir en el suelo en otra instalación del Ministerio de Interior en Kent. Las imágenes muestran una habitación escasamente decorada, con unos pocos libros y una caja de Scrabble como entretenimiento para ayudar a pasar el tiempo en la instalación.
Las fotografías muestran también pintadas en diferentes idiomas garabateadas en las paredes sobre una fila de sillas de plástico fijadas al suelo. Las instalaciones se utilizan para registrar a los niños no acompañados que solicitan asilo.
Una portavoz del Ministerio de Interior declaró: “Manston sigue contando con los recursos y el equipamiento necesarios para procesar a los inmigrantes de forma segura y proporcionaremos un alojamiento alternativo lo antes posible”.
“El número de personas que llegan a Reino Unido a través de pequeñas embarcaciones ha alcanzado niveles récord, lo que ha supuesto una gran presión para nuestro sistema de asilo y cuesta al contribuyente británico millones de libras al día”, explicó.
“Atendemos todas las necesidades básicas de personas que llegan cansadas, con frío, con ropa mojada y que puede que no hayan comido durante su viaje. El Ministerio de Interior ofrece instalaciones sanitarias en Manston las 24 horas del día, además de contar con sólidos planes de contingencia para hacer frente a problemas sanitarios como enfermedades contagiosas”, agregó.
El gobierno se ha visto sometido a una gran presión para hacer frente al aumento de las travesías en pequeñas embarcaciones y para acelerar la tramitación de los inmigrantes que ya están en Reino Unido.
La ministra de Interior, Suella Braverman, ha sido acusada por los partidos de la oposición de ignorar el asesoramiento jurídico que le aconsejaba que tenía que buscar más alojamiento en hoteles para evitar el hacinamiento en el centro de Kent, algo que la política conservadora ha negado.
Braverman también fue acusada de utilizar un lenguaje incendiario, tras decir que el sur de Inglaterra se enfrentaba a una “invasión” de inmigrantes, durante una acalorada sesión en el Parlamento británico.
La organización The Refugee Council calificó el lenguaje empleado por la política como “atroz, equivocado y peligroso”. Su ministro de Inmigración reconoció más tarde que los políticos deben tener cuidado con el lenguaje que emplean a la hora de tratar cuestiones migratorias.
Mientras, el portavoz del gobierno dijo que el primer ministro, Rishi Sunak, indicó a su gabinete en una reunión mantenida el martes, que Reino Unido “siempre sería un país compasivo y acogedor”.
Foto principal: Los inmigrantes descansan en unas instalaciones del Ministerio de Interior en Kent, en el sur de Inglaterra.