Artemis I es una misión no tripulada que supone la primera del programa Artemis, cuyo objetivo es establecer presencia humana en la Luna como un paso previo para llegar a Marte.
El equipo a cargo de la misión de la NASA Artemis I, que tiene como objetivo preparar el camino para la exploración lunar, dio luz verde al lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) el pasado 16 de noviembre.
La cápsula Orion fue impulsada por dos propulsores y cuatro potentes motores debajo de la sección principal, los cuales se separaron apenas unos minutos más tarde. Después de un último envión desde el tramo superior, la cápsula se fue camino a la Luna, a la que tardará varios días en llegar.
Esta cápsula deberá llevar astronautas a la Luna en los próximos años, que serán los primeros en pisar su superficie desde la última misión Apollo en 1972. Este primer vuelo de prueba sin tripulación debe servir ante todo para determinar que el vehículo es seguro.
“Hoy nos hemos reunido para revisar el funcionamiento de la cápsula Orion (…), y ha superado las expectativas”, dijo en rueda de prensa Mike Sarafin, a cargo de esta misión denominada Artemis 1.
Los cuatro paneles solares de la cápsula, de unos cuatro metros de largo, se desplegaron correctamente y “proveen más energía” de lo esperado, afirmó Jim Geffre, responsable de la cápsula en el centro espacial Johnson de Houston, Texas, donde se encuentra el mando desde donde se pilotea la cápsula.
Orion ya está a unos 320.000 km de la Tierra y se prepara para efectuar el primero de sus cuatro empujes principales programados en la misión, con la ayuda de sus motores.
Vienen días intensos
Esta maniobra, que tendrá lugar el lunes en las primeras horas de la mañana, acercará a la cápsula a unos 100 km de la superficie lunar, con el fin de aprovechar su fuerza gravitacional. Como esto tendrá lugar detrás de la cara escondida de la Luna, se prevé que la Nasa pierda el contacto con la cápsula por unos 35 minutos.
“Pasaremos por encima de algunos de algunos sitios de aterrizaje del Apollo”, destacó Jeff Radigan, director de vuelo de la Nasa, incluso cuando estos se sitúan en la sombra.
Un video del sobrevuelo será difundido después.
Cuatro días más tarde, un segundo empuje de los motores ubicará a Orion sobre una órbita alrededor de la Luna a 64.000 km de distancia, un récord para una cápsula habitable.
Entonces se iniciará el viaje de regreso hacia la Tierra, con un aterrizaje en el océano Pacífico previsto para el 11 de diciembre.
Del éxito de esta misión depende el futuro de Artemis 2, que transportará a astronautas a dar la vuelta a la Luna sin posarse en su superficie, y luego el Artemis 3, que marcará al fin el regreso de humanos sobre la superficie lunar. Dichas misiones deben tener lugar en 2024 y 2025, respectivamente.
Mike Sarafin precisó además que 10 micro satélites científicos habían sido desplegados durante el despegue del cohete, pero la mitad de ellos tuvieron problemas técnicos o de comunicación. Dichas experiencias, llevadas a cabo por separado por equipos independienes no tienen ningún impacto sobre la misión principal.
El viernes @NASA_Orion maniobró sus paneles solares y capturó la Luna como se ve aquí con una cámara montada en el extremo del panel. La nave espacial #Artemis I está ahora a más de la mitad de su camino hacia la Luna.
En este proyecto destaca un aporte de estudiantes de la Universidad del Valle de Guatemala, quienes manufacturaron componentes del hardware para un experimento biológico seleccionado por @NASASpaceSci y que viaja a bordo de la nave Orion.