Como suele ocurrir en cualquier serie de ficción, no todo sucedió como lo cuentan. Estos son los detalles de la producción que relata la vida de Fito Páez.
Advertencia: en esta nota encontrarás spoilers de la serie El amor después del amor.
“De todas maneras, lo más importante entre los hombres no son sus obras sino sus vínculos”.
Esta frase, pronunciada por Fito Páez en una entrevista con la agencia de noticias Télam en 2016, tal vez pueda definir cabalmente al músico argentino, cuya vida se ha convertido en el foco de la serie “El amor después del amor”, que que se estrenó hace unos días en Netflix.
Y es que en esta producción, de 8 capítulos, la vida del cantautor nacido en la ciudad de Rosario hace ya 60 años se cuenta fundamentalmente a través los principales vínculos personales del artista.
En el centro de la historia están sus relaciones amorosas más sonadas, con la cantante y compositora Fabiana Cantilo y con la actriz Cecilia Roth; la cercanía con su padre, su abuela y tías, y las colaboraciones creativas con artistas como Charly García, Luis Alberto Spinetta y Juan Carlos Baglietto.
Vínculos que lo llevaron a componer sus temas más famosos, como el que da título a la serie y que se convirtió en un éxito continental cuando fue lanzado en 1992.
Muchos críticos y artistas que aparecen en la historia han destacado que el relato es extremadamente fiel a los hechos. Afirman que cuenta anédcotas pequeñas y grandes momentos tal como ocurrieron durante los años de infancia y juventud del cantautor, a la vez que retrata toda una era de Argentina y de su exitoso “rock nacional”.
Pero, como suele ocurrir en cualquier serie de ficción, no todo sucedió como lo cuentan.
Por eso en BBC Mundo destacamos algunos de los momentos que fueron retratados con la mayor veracidad y otros que fueron alterados.
Lo ha contado muchas veces: esta tragedia en el seno de su familia es uno de los hechos que más lo ha marcado.
Oriundo de Rosario, una metrópolis ubicada unos 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, Fito creció bajo la crianza de su abuela paterna, Delia Zulema Ramírez, y su tía abuela, Josefa Páez, debido a que su madre Margarita falleció cuando apenas tenía ocho meses.
Pero cuando tenía 23 años, sus “madres”, como él las llamaba, fueron asesinadas a sangre fría. Los hechos ocurrieron el 7 de noviembre de 1986, mientras el músico se encontraba en Río de Janeiro dando un par de conciertos al lado de Charly García, en la presentación del que era su segundo álbum.
La serie, además de retratar ese momento, también pone en evidencia lo que sufrió el artista, al que interpreta el actor Iván Hochman, una vez se enteró de la noticia y cómo su novia de entonces, la cantante Fabiana Cantilo, y el propio García lo consolaron en Brasil.
La producción también menciona que el asesino de las dos mujeres fue el policía Walter de Giusti, quien fue condenado por el crimen un año más tarde. Había ingresado a las fuerzas del orden unos meses antes de cometer el triple homicidio (también dio muerte a Fermina Godoy, la empleada de la casa de la familia Páez).
La serie recreó con la mayor exactitud la casa donde creció el artista en Rosario con la ayuda de fotografías de distintas épocas.
A lo largo de los años, su relación con Charly García, a quien muchos críticos consideran el artista más importante del rock en español, ha sido fundamental para la vida y el arte del rosarino.
Páez ha reconocido en distintas entrevistas que durante años lo había seguido en distintos escenarios, pero, tal como lo retrata la serie, fue el propio Charly quien se acercó para conocerlo.
Y sí, Fito Páez se puso de rodillas ante él durante la previa de un concierto en el Teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires, a principios de los años 80.
“Él se acerca y me pregunta: ‘¿Por qué tenés mala onda conmigo?’ y tamaña mentira tenía que ser aplastada con un gesto de verdad fulminante. Me arrodillé a sus pies y le dije: ‘Maestro, su música es lo más importante en mi vida'”, relata Páez en su biografía “Infancia y juventud”, que se usó como punto de partida para la serie de Netflix.
La serie retrata este hecho y muchos más que protagonizaron ambos artistas, como la vez que García lo puso actuar de espaldas -cuando Páez ya era tecladista de su banda- durante una presentación multitudinaria. Y desde un punto de vista artístico, también refleja el papel que jugaría Charly en los primeros álbumes del rosarino como solista.
Tal vez uno de los momentos más entrañables de la serie es cuando Fito Páez se encuentra con Luis Alberto Spinetta, uno de los mayores referentes del rock argentino durante décadas.
En la serie se cuenta el primer encuentro casual en la calle entre ambos artistas, la visita de Páez a la casa de Spinetta, en la que vivía junto a sus tres hijos, y la decisión repentina de viajar a Rosario para conocer a la abuela y la tía abuela de Páez. Todo, en un par de días.
Estos hechos ocurrieron en realidad, aunque cabe aclarar que en distintos momentos.
El encuentro casual, que ambos artistas han comentado en algunas entrevistas, ocurrió en una calle de Buenos Aires a mediados de los años 80. Spinetta le preguntó al rosarino: “¿Vos sos vos?”. Páez le respondió de la misma forma.
En su libro “Infancia y juventud”, Páez incluye un pasaje sobre la visita a la casa de Spinetta, que ocurre poco después del primer encuentro, y la relación con sus hijos.
“Dante, Valentino y Cata eran unos niños hermosos a quienes Patricia Salazar y Luis Alberto Spinetta criaban con amor. Entre pizzas y manjares varios que preparaba el propio Luis, una noche de la vida me regala otro momento inolvidable. En la cocina de la casa, mientras Patricia intentaba dormir los niños, Luis me cantó’Cantata de los puentes amarillos'”, relata Páez en sus memorias.
Después cuenta el viaje a Rosario durante dos días, en el que Spinetta conoce a esas mujeres fundamentales en la vida de Fito.
“Mis abuelas lo trataron como a un hijo”, señala el artista.
Fito y Spinetta no solo establecerían una profunda amistad a partir de esos encunetros, sino que grabarían juntos el álbum de “La La La” (1986), considerado uno de los mejores de la historia del rock argentino.
La serie ha sido criticada más por la omisión de hechos que por la falta de verdad.
Uno de ellos está relacionado con la cantante y compositora Fabiana Cantilo, interpretada por Micaela Riera.
La artista fue pareja de Fito Páez durante más de ocho años.
En la serie, Cantilo es retratada no solo como la novia del rosarino, sino también como corista de García, Spinetta y de otras bandas de la época.
Fue ella misma quien llamó la atención sobre la omisión en que incurre la serie, al ignorar que ella también tenía una carrera como cantante solista y compositora.
“Yo, además de hacerle coros a Fito y coros a Luis (Spinetta), tenía una vida y una carrera. Entre todo ese quilombo, yo ensayaba, componía, tenía bandas y grababa discos”, señaló Cantilo en un video en sus redes sociales.
De hecho, el tema “Mi enfermedad”, compuesto por Andrés Calamaro, lo hizo popular la cantante, con una versión que se convirtió en la favorita del astro del fútbol Diego Maradona.
También algunas composiciones suyas como “Mary Poppins y el deshollinador“ y “Guarden mi secreto“ han sido altamente valoradas por la crítica especializada.
“Fito y Luis me ayudaron, sí, porque yo tenía talento, obviamente. Declaro, viste, porque igual era el punto de vista de Fito, pero bueno, ya que estoy tan presente les digo que yo tenía una vida también, ¿no?”, agregó la cantante.
Cantilo, quien ha vendido millones de discos y es una de las mujeres clave en la historia del rock argentino, actualmente se prepara para dar una gira por Europa.
En uno de los capítulos de”El amor después del amor”, el personaje de Charly García, interpretado por el músico Andy Chango, se molesta porque durante un concierto alguien del público le lanza un objeto metálico al escenario.
Entonces el polémico artista decide bajarse los pantalones y mostrar el trasero. Y por eso es arrestado por la policía local.
Sin embargo, lo que ocurrió fue algo distinto. Era el el 8 de diciembre de 1983 y Charly se estaba presentando en la ciudad de Córdoba, como cuenta la serie. Pero en el fervor del recital no respondió al público con su trasero, sino que decidió mostrar sus genitales.
“En realidad, no me bajé los pantalones. Me bajé este, ¿cómo se llama este? La cremallera. Lo que pasó es que estaba cantando una canción muy solo, como esa que toque recién, y me pegó en la cabeza uno de esos brazaletes hippies de bronce”, recordó el artista durante una entrevista en el programa de la televisión argentina El Perro Verde.
Efectivamente, debido a esa respuesta desde el escenario, al día siguiente García fue arrestado, aunque a los pocos días fue puesto en libertad.
A pesar de que la serie cambia el relato, lo cierto es que García sí ha mostrado el trasero en otras ocasiones, incluso durante una gira internacional en México.
Otros de los elementos que varios especialistas han señalado como una “licencia” de los guionistas tienen que ver con una escena fundamental de la serie: el ingreso de Fito Páez a la banda del compositor y cantante Juan Carlos Baglietto.
En dicha escena, Baglietto (interpretado por Joaquín, hijo del propio cantante) saluda a Fito con un “Bienvenido a la trova”, en referencia a la “Trova rosarina”, que incluía a los artistas de su generación de esa ciudad argentina. Durante los años 80, se caracterizaron por explorar sonidos nuevos, mezclando pop y rock con otros géneros como el tango.
Pero resulta improbable que ese diálogo se haya dado tal como lo cuenta la serie, por dos razones: el grupo de artistas no se autodenominaba así, sino que ese nombre se lo pusieron los periodistas especializados cuando los éxitos del movimiento artístico llegaron a Buenos Aires tiempo después.
“Lo de ‘la Trova rosarina’ fue un título otorgado por los medios cuando desembarcaron en Buenos Aires, no antes, para destacar la poética de sus canciones y la mixtura de sus ritmos, y diferenciarlos del resto del rock nacional”, escribió el periodista del diario argentino La Nación Gustavo Lladós.