Como amigos desde la infancia, Dante, Diego, Jaime, Roberto y Uriel se juntaron el pasado 11 de agosto para pasar la tarde de un viernes juntos.
Los cinco jóvenes, de entre 19 y 22 años, fueron a la feria anual de Lagos de Moreno, la ciudad en la que viven en el estado de Jalisco, en el oeste de México.
Pero luego de unas horas desaparecieron.
Fueron vistos por última vez en un mirador al que iban a pasar el rato y hacer deporte desde chicos, a menos de 5 km de la feria.
El martes, y luego de horas desesperadas de búsqueda por parte de sus familiares, surgieron imágenes que apuntan a que es probable que los jóvenes hayan sido víctimas de la violencia criminal que asola a Jalisco, pero a un nivel pocas veces visto.
Una fotografía difundida en internet muestra a los jóvenes amordazados y golpeados en un predio desconocido. Un video hace parecer que uno de ellos es obligado a ejercer una violencia cruel contra los demás.
“(Los familiares) nos comentan, de manera preliminar, que hay altas probabilidades de que los jóvenes que aparecen en la fotografía se tratan de sus familiares”, informó Blanca Trujillo, fiscal especializada en desapariciones de Jalisco.
La noche de este miércoles, la Fiscalía de Jalisco informó que localizaron un predio que presuntamente corresponde con el video. “Se encontraron indicios, entre ellos, manchas hemáticas y calzado, que hacen suponer que los cinco jóvenes estuvieron en dicha finca”.
Previamente, el fiscal estatal, Luis Joaquín Moreno, informó que fue hallado un auto de uno de los jóvenes con indicios que están siendo analizados.
“En el interior se localizaron algunos restos. Se presume son humanos”, afirmó.
“Estamos ante ataques irracionales, violentos y directos a la estabilidad de Jalisco que exigen una reacción del Estado mexicano”, dijo el gobernador Enrique Alfaro en Twitter.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no comentó nada sobre este caso en su conferencia de prensa matutina de este miércoles.
Los familiares de los cinco desaparecidos han demandado desde el sábado pasado a las autoridades la localización de Dante, Diego, Jaime, Roberto y Uriel, quienes se conocían desde niños.
En diversas declaraciones a la prensa, contaron que los jóvenes se dedicaban a estudiar o trabajar, pero en su tiempo libre se juntaban para jugar fútbol o simplemente pasar el rato.
Dante Cedillo Hernández, de 22 años, era un apasionado ciclista. Hace unos años ganó dos medallas de oro en competiciones de la Olimpiada Nacional.
Actualmente es empleado de un restaurante, pero recientemente estaba por poner a andar un negocio propio de silicones. Pero sobre todo era un gran ciclista: “Tiene copas nacionales y estatales”, dijo orgulloso su hermano Mauro Hernández.
Diego Alberto Lara Santoyo, de 20 años, se dedica al oficio de la herrería en el taller de su padre. “Es un chico muy alegre, muy vacilador”, expresó su madre, Susana Santoyo.
Jaime Adolfo Martínez Miranda, de 21 años, trabaja como obrero de la construcción. “Jaime es un chico muy feliz, le encantaba bailar, siempre nos tenía sonriendo de cualquier tontería que hacía, era la alegría de nosotros”, dijo su hermana Ana.
“Era mi niño chiquito, es mi hermano el más pequeño”, dijo entre lágrimas, al lamentar que estaba “a la hora y momento equivocado”.
A Roberto Olmeda Cuéllar, de 20 años, lo conocen como “El Cochi”. Además de practicar boxeo, estaba estudiando ingeniería industrial en la Universidad de Guadalajara. “Es un chavo muy deportista, casi no sale para nada, casi no toma, no fuma”, dijo su hermano Miguel Olmeda.
El más chico del grupo es Uriel Galván González, de 19 años, quien compartía con “El Cochi” el gusto por practicar boxeo.
A él pertenecía un automóvil que, según la Fiscalía, fue encontrado a 60 metros del mirador San Miguel donde fueron vistos por última vez, pero sin ningún rastro de violencia.
“Es muy alegre, muy amigable, buen hermano, buen hijo. Lo amo y me hace mucha falta”, expresó su padre, Jaime Galván.
Por unas letras sobrepuestas en el video, una hipótesis es que este acto de extrema violencia responde a la disputa en Lagos de Moreno, una ciudad estratégica para el narcotráfico, entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa.
Para el periodista Lauro Rodríguez, quien se especializa en los temas de seguridad estatal, este caso sigue las características de desaparición forzada grupal vistos en los últimos meses en el estado.
“Últimamente en el estado de Jalisco se está dando este fenómeno de desapariciones múltiples. Este caso de Lagos de Moreno es el último, uno de tantos en lo que va desde 2022”, dijo al canal Astillero.
“Podemos decir que Lagos de Moreno es el epicentro de las desapariciones. Tienen más desapariciones que ciudades que tienen el doble de población”, añadió al explicar que el estado acumula 14.000 casos de desaparición, 500 de los cuales se han dado en esa ciudad.
Luego de la revelación del video, los padres y familiares de los jóvenes desaparecidos han dicho que seguirán esperándolos hasta que haya evidencias de su paradero.
En el mirador de San Miguel, donde fueron vistos por última vez, el padre de Roberto Olmeda expresó su deseo de que el joven vuelva a ese lugar.
“Solo vine a esperar a mi Cochi”, dijo en una transmisión en sus redes sociales.