“Le pido a Dios que le de un abrazo”: así le dieron el último adiós a Karla de Paz, víctima de la tragedia bajo el puente El Naranjo
Karla Roxana de Paz, quien murió en la tragedia en el asentamiento Dios es Fiel, bajo el puente El Naranjo, fue inhumada en el Cementerio General, en la zona 3.
La vida continúa para los vecinos del asentamiento Dios es Fiel, bajo el puente El Naranjo, en la zona 7 de la capital; sin embargo, el luto es evidente en el lugar por la tragedia en la que 18 personas fueron arrastradas por el río.
Transcurría la madrugada del lunes 25 de septiembre cuando todo cambió, ya que una correntada de agua que alcanzó entre 12 y 15 metros de altura destruyó las viviendas donde estaban las víctimas.
El amanecer reveló la magnitud de la tragedia, pues quedó desolada el área donde estaban las casas. Las tareas para localizar a los desaparecidos comenzaron de inmediato, bomberos se han movilizado entre piedras, basura, troncos y agua para hallar los cuerpos de las víctimas, de las cuales 9 han sido localizadas.
Una de las víctimas es Karla Roxana de Paz, quien este miércoles 27 de septiembre fue inhumada en el Cementerio General, en la zona 3 de la capital.
Su ataúd fue colocado en el carro fúnebre y junto a este ramos de flores, mientras eso sucedía, uno de los presentes sostenía en sus manos fotografías de Karla y el silencio reinaba en el ambiente.
Luego, la carroza fúnebre se dirigió al cementerio, durante el recorrido, un pequeño de grupo de personas caminaba detrás del vehículo para darle el último adiós a Karla.
Llegaron al lugar donde fue sepultada, con música de trompeta y entre llanto comenzó la despedida.
Entre los presentes estaba el hermano de Karla, Carlos de Paz, quien con nostalgia resaltó las virtudes de su hermana.
Entre lamentos, Carlos colocó ambas manos sobre el ataúd y externo: “Una gran madre, una gran hermana, pero lastimosamente las cosas suceden de un momento a otro y a ella le tocó estar en ese desborde del río El Naranjo”.
Externó: “A ella le tocó partir y entregar cuentas con Dios, pero yo sé que ella desde el cielo nos va a estar viendo, tanto a nosotros como a sus hijos que dejó aquí en la Tierra, ella nos va a estar viendo y nos va a estar cuidando, recuerdo a mi hermana como una persona muy alegre, muy sonriente, siempre positiva”.
Destacó que Karla siempre se esforzó para salir adelante y “tratando la manera de hacer las cosas bien, lo mejor que ella podía”.
Con la voz entrecortada, Carlos recordó la sonrisa de su hermana. “Le pido a Dios que le de un abrazo y un beso de mi parte, porque yo ya no se lo voy a poder dar porque ella no va a estar conmigo”.
“Yo sé que me está escuchando, que cuide a sus hijos, y también que cuide a Benjamín -uno de los desaparecidos e hijo de Karla- que él ya está con ella también, están juntos con diosito lindo, ya nunca los voy a volver a ver, pero van a vivir en mi mente y en mi corazón”, expresó.
Añadió que su hermana vendía galletas, dulces y frutas en el mercado La Terminal, en la zona 4 de la capital.
Informó que la Fundación SKD de Guatemala es la que ha pagado los gastos funerarios.
Carlos agregó que la referida fundación apoyaba a Karla desde hace algunos años y ahora apoyó para los gastos del sepelio.
La mamá de Karla falleció hace dos años, a su entierro asistieron su abuela Amanda de Paz y sus hermanos, entre otras personas.
La víctima también era madre de otros dos menores que viven en San Marcos con su abuela.
Secuencia del último adiós