Iglesias cristianas hay tantas como creencias en el mundo: católicos, evangélicos, anglicanos, pentecostales, protestantes, mormones, ortodoxos...
Según el Centro para el Estudio del Cristianismo Global (CSGC, por sus siglas en inglés) hoy existen alrededor de 41.000 denominaciones y organizaciones cristianas en el mundo, que comparten el tener una serie de creencias basadas en torno a la figura de Jesucristo. En total reúnen a unos 2.400 millones de creyentes.
Para muchas de estas iglesias, como la católica o la protestante (las denominaciones con mayor número de fieles en el mundo), la celebración -una de las principales de su calendario- es el 25 de diciembre.
Otros, como los testigos de Jehová, simplemente no celebran la Navidad.
Pero tal vez la que más llame la atención sea la de la iglesia Ortodoxa, que comparte con los dos grupos mayores del cristianismo gran parte de la doctrina, la fe y los ritos.
Sin embargo, la Navidad en la mayoría de los distintos de los patriarcados ortodoxos (que son 15) se celebra el 7 de enero.
Pero, ¿por qué?
“En realidad los Ortodoxos celebramos la Navidad del día 25 de diciembre, solo que seguimos el calendario juliano, que en el calendario gregoriano es el 7 de enero”, le dijo a BBC Mundo Xena Sergejew, miembro de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Argentina.
“No hacemos lo que muchos llaman la Nochebuena, sino que hacemos la celebración religiosa de la Navidad“, explicó.
Las diferencias tienen mucho que ver con calendarios, la I Guerra Mundial y varias interpretaciones de la verdadera fecha de nacimiento de Jesús.
En el siglo XI, debido a diferencias rituales pero además a cuestiones teológicas o doctrinarias como el concepto de purgatorio y la llamada “controversia trinitaria”, se produjo la separación dentro de la iglesia Católica.
Ocurrió lo que se conoce como el “cisma de Occidente y Oriente”, que tuvo como consecuencia la creación de la iglesia Ortodoxa, que tiene cerca de 300 millones de fieles y que ejerce su misión en los países del este de Europa, incluidos Rusia y Grecia, así como en Turquía y en países de África y América.
Aunque comparten ritmos similares, las celebraciones de ambas iglesias se han ido distanciando.
Por ejemplo, mientras los católicos tienen su Navidad fijada en el 25 de diciembre, los ortodoxos celebran cada 7 de enero después de 40 días de ayuno.
Y no se dan regalos, como sucede en Occidente desde hace décadas.
¿Por qué ocurre eso? Pues bien, aquí es donde entra la I Guerra Mundial.
Cuando finalizó la Gran Guerra, una buena parte del mundo cambió para siempre: se acabaron imperios enteros y aparecieron nuevas naciones.
Tras el conflicto, muchos de los países donde la ortodoxia cristiana era la religión predominante quedaron bajo la influencia de países que ya tenían en uso o acogieron -como en el caso de la Unión Soviética- el calendario gregoriano, que había sido instaurado por el papa Gregorio XIII en el siglo XVI.
Sin embargo, la iglesia Ortodoxa decidió no aplicar el cambio y continuó rigiéndose para sus ritos eclesiásticos por el juliano -implementado por Julio César en el siglo I A.C.-, cuyo 25 de diciembre cae en el 7 de enero.
“Los ortodoxos mantenemos el uso de un calendario civil, para las cosas del mundo, y otro eclesiástico para mantener las tradiciones originales de los creyentes en Cristo”, escribió Gonzálo Xavier Celi, de la iglesia Ortodoxa de Ecuador, en la página oficial de la congregación.
“Aunque es ampliamente aceptado que probablemente la real fecha del nacimiento del Señor haya sido en marzo o abril, creemos que es bueno mantener la acostumbrada fiesta que los primeros cristianos eligieron, aboliendo así la fiesta pagana al dios sol, para colocar a Cristo como centro o sol de nuestras vidas“, añadió. ”
Por ejemplo en Rusia, el 89% de los rusos celebra la Navidad el 7 de enero y el resto el 25 de diciembre. En este país se concentra cerca del 35% de los cristianos ortodoxos que hay en el mundo.
Pero ésa no es la única diferencia. En contraste con la religión católica, la Navidad de los ortodoxos rusos va precedida por un fuerte ayuno de 40 días.
En los días posteriores los fieles participan en la liturgia, después de la cual muchos caminan en procesión hacia mares, ríos y lagos.
Durante estos días, los creyentes ortodoxos se reúnen para llevar a cabo ceremonias al aire libre con la idea de bendecir el agua. En algunos países, los ríos están congelados, por lo que perforan el hielo para llegar al agua que quieren bendecir.
Algunos llevan agua a sus casas para así proteger sus hogares.
“Esta fiesta es la que corresponde a la Teofonía, en la que se celebra el bautizo de Cristo, que se realiza 13 días después de la Navidad”, dijo Sergejew.
Luego se organiza una gran fiesta en el interior, donde se reúnen para comer y divertirse. Pero no se dan regalos. En Rusia y otros países, la entrega de obsequios ocurre durante la celebración del Año Nuevo.
“Esto tiene más que ver con un tema político. Durante años, la Unión Soviética, al ser un Estado ateo, cambió esa fecha por la deaño nuevo. Pero tradicionalmente no era así“, agregó.
Ahora, una de las principales costumbres es servir pasteles de Navidad y cantar villancicos. La tradición se mezcla con otras paganas de la antigua Rusia, de modo que las personas pueden visitar a sus vecinos disfrazados, bailar, cantar y pedir regalos, una tradición similar a la de pedir dulces.
Otra diferencia tiene que ver con la importancia que se le otorga: mientras en Occidente la fiesta religiosa más extendida es Navidad, para los ortodoxos es la Pascua.
La mayor similitud es que, tanto en Oriente como en Occidente, la Navidad tiene un fuerte de componente de reunión familiar y reencuentro social.