Tres cuartas partes de las especies estudiadas están ahora en peligro de extinción.
Científicos advierten que los tiburones y las rayas están desapareciendo de los océanos del mundo a un ritmo “alarmante”.
El número de tiburones que se encuentran en el océano abierto se ha desplomado en un 71% durante medio siglo, principalmente debido a la sobrepesca, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature.
Y los investigadores dicen que se necesita una acción inmediata para asegurar un futuro mejor para estos “animales extraordinarios e irremplazables”.
Piden a los gobiernos que implementen límites de pesca basados en la ciencia.
El investigador Richard Sherley de la Universidad de Exeter afirma que las disminuciones parecen estar impulsadas en gran medida por las presiones de la pesca.
“Ese es el factor que impulsa la reducción del 70% en los últimos 50 años”, le dijo a BBC News
“Por cada 10 tiburones que había en mar abierto en la década de 1970 hoy hay unos tres de estas especies, en promedio”.
Los tiburones y las rayas se pescan por su carne, aletas y aceite de hígado.
También son capturados para la pesca recreativa y aparecen por accidente en las redes de los barcos de pesca que tienen como objetivo otras poblaciones.
De las 31 especies estudiadas, 24 están ahora en peligro de extinción, y tres especies de tiburones (el tiburón oceánico de punta blanca, el tiburón martillo común y el grande) han disminuido tan drásticamente que ahora se clasifican como en peligro crítico, la categoría de amenaza más alta, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El profesor Nicholas Dulvy de la Universidad Simon Fraser en Columbia Británica, Canadá, dijo que los tiburones y las rayas oceánicas tienen un riesgo excepcionalmente alto de extinción, mucho más que el ave, mamífero o rana promedio, a pesar de estar lejos de la tierra.
“La sobrepesca de tiburones y rayas oceánicas pone en peligro la salud de ecosistemas oceánicos enteros, así como la seguridad alimentaria de algunos de los países más pobres del mundo”, advirtió.
Los investigadores recopilaron datos globales sobre tiburones y rayas que se encuentran en los océanos abiertos (a diferencia de los tiburones de arrecife o los que se encuentran cerca de la costa).
De las aproximadamente 1.200 especies de tiburones y rayas del mundo, 31 son oceánicas y viajan grandes distancias a través del agua.
“Estos son algunos de los grandes e importantes depredadores de mar abierto con los que la gente está familiarizada”, dijo Sherley. “El tipo de tiburones que la gente podría describir como alucinantes o carismáticos”.
Dijo que se necesita voluntad política para revertir las tendencias. “La ciencia está ahí, es necesario que exista el deseo de hacer esas evaluaciones de stock, de implementar las medidas necesarias para reducir la captura de tiburones, y esa voluntad política debe provenir de la presión de los ciudadanos“, destacó el experto.
A pesar de este panorama “sombrío”, los científicos dijeron que algunas historias de conservación de tiburones son motivo de esperanza.
Sonja Fordham, presidenta de Shark Advocates International (Defensores del Tiburón Internacional), un proyecto sin fines de lucro de The Ocean Foundation (La Fundación Océano), dijo que un par de especies, incluido el gran tiburón blanco, han comenzado a recuperarse a través de límites de pesca basados en la ciencia.
“Medidas de seguridad relativamente simples pueden ayudar a salvar a los tiburones y las rayas, pero el tiempo se acaba“, dijo.
“Necesitamos urgentemente acciones de conservación en todo el mundo para evitar innumerables consecuencias negativas y asegurar un futuro mejor para estos animales extraordinarios e irremplazables”.
Los tiburones se encuentran en la parte superior de la cadena alimentaria y son cruciales para la salud de los océanos.
Su pérdida afecta a otros animales marinos, así como a los medios de vida humanos.
“Los tiburones y rayas oceánicos son vitales para la salud de vastos ecosistemas marinos, pero debido a que están ocultos debajo de la superficie del océano, ha sido difícil evaluar y monitorear su estado”, dijo Nathan Pacoureau de la Universidad Simon Fraser.
“Nuestra investigación representa la primera síntesis global del estado de estas especies esenciales en un momento en el que los países deberían abordar el progreso insuficiente hacia los objetivos de sostenibilidad global”.
“Si bien inicialmente lo pensamos como una libreta de calificaciones útil, ahora debemos esperar que también sirva como una llamada de atención urgente”.