Una parte de la Luna se está oxidando pese a que el satélite carece de oxígeno.
Los investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y universidades de Estados Unidos encontraron hematites, o una forma de óxido de hierro, en las regiones polares de la Luna.
Este óxido requiere la presencia de agua líquida y oxígeno para formarse.
El óxido en la superficie de Marte es lo que le da su color rojizo y sugiere que el planeta alguna vez tuvo agua y oxígeno.
La Luna no tiene atmósfera, es decir, no tiene oxígeno, y prevalece el hierro metálico puro, por lo que el hallazgo de óxido es sorprendente.
Pero los científicos creen haber hallado al culpable de la oxidación de nuestro satélite: el oxígeno de la Tierra.
Las muestras lunares trasladadas a la Tierra por las misiones Apolo de la NASA no daban señales de la presencia de hierro oxidado.
Pero los investigadores analizaron los datos del Mapeador de Mineralogía Lunar (M3) diseñado por el JPL e instalado a bordo de Chandrayaan-1, la primera misión lunar de India, lanzada en 2008.
Chandrayaan-1 descubrió agua congelada en la Luna utilizando radares y detectó una variedad de minerales en la superficie lunar.
“Cuando examiné los datos de M3 en las regiones polares, encontré algunas características y patrones espectrales diferentes de los que vemos en las latitudes más bajas o en las muestras de Apolo”, dijo Shuai Li, investigador asistente del Instituto de Geofísica y Planetología (HIGP) de Hawái en la Escuela de Ciencia y Tecnología Oceánica y Terrestre (SOEST) de la Universidad de Manoa.
“Después de meses de investigación, descubrí que estaba viendo la firma de hematites”, agregó Li, también autor principal del estudio, a la agencia de noticias PA.
Al principio, Abigail Fraeman, coautora del estudio, no creía para nada en este hallazgo.
“[Los hematíes] No deberían existir, teniendo en cuenta las condiciones presentes en la Luna”, dijo Fraeman, según un comunicado del JPL.
Pero el grupo de científicos propuso algunas explicaciones para el fenómeno.
Los análisis de los datos del M3 mostraron que los hematíes estaban más presentes “en el lado cercano a la Tierra que en el lado lejano”, dice el estudio publicado en la revista Science Advances a inicios de septiembre.
“Más hematites en el lado cercano lunar sugerían que la oxidación podría estar relacionada con la Tierra”, dijo el profesor Li a PA.
“Esto me recordó al descubrimiento de la misión lunar japonesa Kaguya [lanzada en 2007] de que el oxígeno de la atmósfera de la Tierra puede ser transportado a la superficie lunar por el viento solar cuando la Luna está en la cola magnética de la Tierra”, agregó Li.
Entonces la hipótesis de Li y su equipo es que los hematíes lunares se formaron gracias a este oxígeno que ha viajado continuamente de la Tierra a la Luna durante los últimos miles de millones de años.
“El oxígeno atmosférico de la Tierra podría ser el principal oxidante para producir hematites”, dijo Li a PA.
También es posible que la Luna haya recibido más oxígeno cuando estaba más cerca de la Tierra, ya que los dos cuerpos se han estado alejando el uno del otro durante miles de millones de años.
Los científicos también encontraron hematites en el lado más lejano de la Luna, una zona que no necesariamente recibe el oxígeno de la Tierra, dice PA.
Esta presencia de hematíes puede explicarse por las “moléculas de agua halladas en la superficie lunar”, dice el comunicado del JPL.
El profesor Li explica que “las partículas de polvo interplanetario que suelen acribillar a la Luna podrían liberar estas moléculas de agua en la superficie y mezclarlas con hierro lunar”.
“El calor de estos impactos podría aumentar la tasa de oxidación”, dice Li.
Vivian Sun, investigadora del JPL y coautora del estudio, cree que “estos resultados indican que en nuestro sistema solar ocurren procesos químicos más complejos de lo que se había reconocido anteriormente”.