Dos millones de dólares es lo que vale una ballena, según una estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La investigación se hizo sobre el papel de la ballena en cuanto a su contribución a la reducción de los niveles de carbono, el aumento de los stocks pesqueros y el beneficio económico derivado del turismo de observación de cetáceos.
Las ballenas presentan un efecto multiplicador en cuanto a la producción de fitoplancton, el cual genera alrededor del 50 por ciento del oxígeno en los océanos.
La principal fuente de nutrientes de las ballenas son unos organismos microscópicos llamados zooplancton. Estos, a su vez, consumen fitoplancton, otros microrganismos.
La investigación señala que estos seres vivos, además de aportar el 50 por ciento del oxígeno a nuestra atmósfera, capturan 37 mil millones de toneladas métricas de CO2 al año, un 40 por ciento del total que producimos.