En una entrevista con el programa de radio Newsbeat, Yee reveló que cuando empezó a competir en el circuito de triatlón, en 2019, sufría de "una forma leve de síndrome del impostor".
Eran sus primeros Juegos Olímpicos y logró la gloria máxima: una medalla de oro y una de plata.
Pero el triatleta británico Alex Yee, de 23 años, le contó a la BBC sobre los problemas de autoestima que tuvo que superar para llegar hasta la cima del podio en Tokyo 2020.
En una entrevista con el programa de radio Newsbeat, Yee reveló que cuando empezó a competir en el circuito de triatlón, en 2019, sufría de “una forma leve de síndrome del impostor“.
“No me sentía digno de estar en la línea de salida”, confesó sobre sus inicios en las competencias de máximo nivel.
“Definitivamente me costó en ese momento tener la autoestima de ser un atleta”, dijo Yee.
“Tomó algunas conversaciones difíciles y mucho trabajo darme cuenta de que era digno de estar allí“.
Según el periodista de Newsbeat Sam Gruet, Yee fue seleccionado para competir en Tokio solo un mes antes de que comenzaran los Juegos.
Antes de eso, había participado apenas siete veces en competencias de este nivel.
Se trata de un término que se usa para describir sentimientos de inseguridad o dudas sobre uno mismo, a pesar de que no haya evidencia que respalde esa creencia.
Quienes lo padecen sienten que sus logros no son merecidos y creen que en algún momento alguien desenmascarará su farsa.
Ese temor de ser expuesto como un fraude genera mucho estrés, e, irónicamente, para algunas personas representa una traba para alcanzar el éxito.
Tras terminar en primer lugar en el relevo mixto de triatlón, Yee admitió que la primera emoción que sintió fue alivio, por no haber decepcionado a sus compañeros de equipo.
“Recuerdo estar parado en la línea de salida pensando: ‘Tengo que hacerlo por ellos'”, contó.
“Esa fue probablemente la mayor presión que sentí en mi vida“.
“Me alegro de haber podido estar a la altura. Estoy muy feliz”, señaló.
El atleta originario del sur de Londres también ganó la medalla de plata en el triatlón individual, algo que jamás pensó que podría ocurrir este año.
El joven británico fue uno de los varios atletas que se beneficiaron por el retraso de un año en los Juegos.
Viajó a Tokio solo tres años después de haber competido en su primer triatlón de distancia olímpica, cuando representó a Gran Bretaña en el Campeonato europeo de 2018.
Yee dijo que todavía no puede encontrar las palabras para describir cómo se siente ser un atleta olímpico.
“Me va a tardar mucho tiempo asimilarlo“, afirmó.
No obstante, señaló que su inesperado triunfo le demostró que “las cosas son realmente posibles si sigues trabajando duro”.