Luka Romero es demasiado joven para muchas cosas, incluida, ser un futbolista profesional.
Pero Romero, a sus 15 años, ya ha hecho historia al convertirse en el jugador más joven en debutar en la primera división del fútbol español.
Con solo 15 años y 219 días -nació el 1 de enero de 2004- se estrenó en la Liga con su equipo, el Real Club Deportivo Mallorca.
Y lo hizo nada menos que contra el Real Madrid, en un partido que ganó el conjunto de la capital de España por 2-0.
La de Romero es una historia corta pero intensa.
Nació en México y se mudó con toda su familia a España cuando tenía 3 años.
Su padre, el mediocampista argentino Diego Romero, jugaba en el equipo mexicano Alacranes de Durango cuando nació Luka.
Mejor dicho, cuando nacieron Luka y su hermano mellizo, el también futbolista Tobías Romero.
Por eso aunque su partida de nacimiento dice México, a nivel internacional viste la camiseta albiceleste de Argentina en las categorías inferiores.
De ahí que unos lo apoden el “Messi mexicano” y en el Cono Sur prefieran decirle “el nuevo Messi”.
Romero necesitó un permiso especial de la Liga para poder jugar un partido profesional con tan solo 15 años.
El adolescente es considerado uno de los atacantes más prometedores.
El Barcelona y el Real Madrid han sondeado la posibilidad de ficharlo, aunque de momento él se forma en el equipo de las Islas Baleares.
Ahí se codea con el colombiano Juan Camilo ‘Cucho’ Hernández, internacional absoluto con la selección de su país.
Fue nada menos que el carismático jugador brasileño Dani Alves, del Barcelona, quien lo apodó “el nuevo Messi”.
Tiene sentido porque tanto él como Messi juegan de atacantes, tienen una excepcional habilidad en el regate y se caracterizan por una estatura corta: el adolescente no supera los 167 centímetros, mientras que el del Barcelona apenas llega a 1,70.
Los medios recuerdan que Messi aterrizó en Barcelona a los 13 años con una estatura de 143 centímetros.
Cuentan que Romero y Alves coincidieron en una playa de Formentera, la más pequeña de las Islas Baleares.
Entonces tenía 12 años.
Ambos jugaron un poco, intercambiaron balones y Alves, impresionado por las habilidades del niño, dijo: “Tomen fotos de él, no de mí. Es el nuevo Messi”.
El tiempo dirá si Luka es el relevo generacional de Leo.