Ciudad Guatemala

Así se perreaba en el Siglo de Oro


De todos los males que asolaban a la monarquía hispánica alrededor de 1600, el peor era la capacidad que mostraban sus súbditos para la alegría y el desenfreno, para inventar y practicar un sinfín de bailes alegres y lascivos

  23 noviembre, 2019 - 17:32 PM

Las décadas de 1580 a 1620 fueron testigos de un florecimiento inusitado de bailes cantados, primero escondidos en tabernas y barrios marginales, más tarde creciendo en popularidad hasta llegar a palacios, iglesias y conventos.

A diferencia de las danzas, que usaban de “movimientos mas mesurados y graves, y en donde no se usa de los brazos, sino de los pies solos; los bailes admiten gestos mas libres de los brazos y de los pies juntamente”, escribió González de Salas en Nueva idea de la tragedia antigua, (1633, vol. I, p. 171).

prohibiciónARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL DE ESPAÑA
Prohibición de la zarabanda por la Sala de Alcaldes de Madrid, 3 de agosto de 1583. Archivo Histórico Nacional, Sala de Alcaldes; Consejos, lib. I, f. 146

La magnitud del peligro se ilustra con los graves castigos que llevaba aparejada la práctica de estos bailes: en 1583 los alcaldes de Madrid prohibieron la zarabanda bajo pena de doscientos azotes y seis años de galeras.

Censuras de los moralistas

No parece que tuvieran mucho éxito ya que, pocos años después, el erudito Juan de Mariana escribió un extenso ensayo contra la zarabanda, censurando que “ha salido estos años un baile y cantar tan lascivo en las palabras, tan feo con los meneos, que basta para pegar fuego aún a las personas muy honestas” (Tratado contra los juegos públicos, ca. 1590. f. 55).

Etiquetas:

Relacionado

ÚLTIMAS NOTICIAS