No somos pocos los que alguna vez hemos salido con furia de una sala de cine o reprimido con dificultad el impulso de pedir a gritos que nos devuelvan el dinero, después de haber visto una película horrible.
Ese impulso es precisamente lo que generó hace 40 años la creación de los Razzies, los premios a las peores producciones cinematográficas -incluyendo dirección, actuación, guión y demás categorías asociadas- que se entregan la noche anterior a la ceremonia de los Oscar en Hollywood.
John JB Wilson, un estudiante de cine de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), fundó con su amigo Mo Murphy los galardones en 1981, después de haber soportado una función doble de las películas musicales “Xanadú” (con Olivia Newton-John) y “Can’t Stop the Music” (con el grupo disco Village People).
Le parecieron tan malas que pensó que debían ser señaladas públicamente. “Claramente recuerdo pensar: ‘Están los Oscar para las buenas películas, pero no hay un premio para el otro extremo del espectro'”, le contó Wilson a BBC Future.
Formalmente llamados The Golden Raspberry Awards (Los Premios Frambuesa Dorada), su nombre tiene su origen en la palabra “raspberry“, que es el sonido estridente que se hace soplando por labios apretados o sea, pedorreta en español.
La ceremonia original se realizó sin presupuesto alguno y sólo para la diversión de los colegas de Wilson y Murphy, pero cuando la cadena CNN les hizo un reportaje unos años después, los Razzies tomaron vuelo y se convirtieron en un evento obligado de la temporada de los galardones de la industria del espectáculo.
Y en estos 40 años casi nadie se ha salvado: ni las vacas sagradas de Hollywood, como Sylvester Stallone, el actor con más nominaciones, o Madona, la artista que más premios ha recibido.
No importa si son superestrellas como Brad Pitt, Angelina Jolie, Bruce Willis y Sharon Stone. O si han ganado un Oscar antes o después, como Michael Douglas y Eddie Redmayne. Sandra Bullock tuvo el “honor” de recibir un Razzie a la peor actriz por su papel en “All About Steve” (Alocada obsesión) y la noche siguiente un Oscar por protagonizar “The Blind Side” (Un sueño posible).
Y qué decir de los destacados directores como el neerlandés Paul Verhoeven, que con “Showgirls” (Coristas), ganó siete Razzies más uno especial como la peor cinta de la década de los 90, o el contundente fracaso de George Lucas -realizador de Guerra de las galaxias- con su absurdo “Howard de Duck” (Howard, el superhéroe).
Por su parte, Terence Young no pudo escudarse detrás de sus éxitos con las películas de James Bond, cuando dirigió “Inchon”, que tuvo la participación de una de las figuras más respetadas del teatro y cine británico, Laurence Olivier.
Aunque los Razzies pueden dejar una mancha en el currículum de las estrellas de Hollywood, todo se hace con buen humor, asegura John JB Wilson. “No se supone que sea algo mezquino, se hace con espíritu de diversión, aunque expresa opiniones reales. A la gente realmente no le gustaron esos filmes”.
Desde hace varios años, muchos de los galardonados han asistido a la ceremonia para reclamar sus Razzies, aunque solo sea para demostrar que “la mala publicidad no existe”. Pero está claro que la intención de esta ceremonia de los anti Oscar es bajarle un poco los humos a Hollywood.
“La Academia (de Hollywood) se toma a sí misma tan en serio que los Razzies existen como una aguja apuntada a su globo”, expresó Wilson.
Aquí está la lista de películas que han “desinflado” en los 40 años de su existencia.